Una periodista de EEUU irá a la cárcel por no revelar sus fuentes

Un magistrado estadounidense ordenó el miércoles el ingreso en prisión de Judith Miller, del diario The New York Times, por negarse a testificar sobre sus conversaciones confidenciales con fuentes del gobierno, que le desvelaron la identidad de un agente secreto.

Miller y Matthew Cooper, periodista de Time que sí declarará y, por tanto, no irá a la cárcel, se negaron durante meses a comparecer ante un jurado que busca determinar quién en la actual administración estadounidense filtró la identidad de la agente secreto de la CIA Valerie Plame, esposa de un ex diplomático.

En EEUU, revelar "a sabiendas" la identidad de un agente secreto es un delito federal, pero como se desconoce quién fue la fuente y cuáles fueron sus intenciones, pese a los dos años de pesquisas, todavía no se ha podido determinar si existe o no delito.

Implicaciones políticas, con Bush de por medio

La ocupación de Plame se supo pocos días después de que su marido, el ex embajador Joseph Wilson, refutase la acusación hecha por el presidente George W. Bush de que Sadam Husein había intentado comprar uranio en Níger para fabricar una bomba atómica.

El nombre de la agente secreto se conoció por primera vez en una columna publicada en 2003 por el periodista Robert Novak, quien citó en su artículo a fuentes anónimas del actual Gobierno estadounidense. Novak no ha sido enjuiciado, por lo que se supone que ha revelado el nombre de sus fuentes.

Cooper sí que declarará

"La pasada noche le di a mi hijo un abrazo de despedida y le dije que podía pasar mucho tiempo antes de que pudiese volver a verlo", dijo Cooper ante el tribunal. Sin embargo, su fuente se puso en contancto con él para decirle que lo liberaba del compromiso de mantener su identidad en secreto, por lo que decidió testificar.

El director del New York Times, Bill Keller, calificó la sentencia como "un acto draconiano que castiga a una periodista honorable". Keller dijo que Miller había tomado "una decisión valiente y según sus principios".

Por su parte el abogado de Miller, Floyd Abrams, destacó que su cliente había decidido "ir a la cárcel antes que traicionar a sus fuentes".

El caso supone uno de los peores enfrentamientos legales entre los medios y el Gobierno desde que el Tribunal Supremo se negó a frenar la publicación de una historia clasificada sobre la guerra de Vietnam -que se acuñó como los Papeles del Pentágono- en The New York Times y el Washington Post.

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