"No soy un robot. Vi un semáforo en verde, seguí circulando, y les atropellé"

  • El joven que mató a dos niños en Basurto sostiene que el accidente fue inevitable en el juicio contra él.
  • La acusación le acusa de saltarse dos señales, conducir rápido, sin atención... y pide cárcel.
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«No soy un robot. No me doy cuenta de todo. Vi el semáforo en verde, tiré hacia adelante y no vi que tras la furgoneta salían dos niños». Así explica el joven R. R. el accidente ocurrido el 3 de enero de 2006 en un paso de peatones en Basurto, cuando atropelló mortalmente a un niño de seis años y a una niña de tres.

El juicio contra él quedó este martes visto para sentencia. El Ministerio Fiscal bajó su a tres años de cárcel y la acusación particular solicitó cuatro.

La defensa pide la absolución para un joven «víctima» del suceso. R. R. trabajaba de repartidor en una pescadería de Bilbao y conducía una furgoneta por Avenida Montevideo dirección Bilbao. Según su versión, vio en verde un semáforo situado a unos 20 metros detrás del paso de cebra. Prosiguió su marcha , y ocurrió el desastre. «Vi a los niños cuando les atropellé», relató compungido.

Vi a los niños cuando les atropellé"

Su abogado explicó que está de baja y en tratamiento psicológico. Ha pedido perdón por carta a la familia.

El caso cuenta con dos informes periciales. El de la Policía Municipal concluye que circulaba a 62 km/h, y que si hubiera ido a la velocidad obligatoria de 5o, habría visto a los niños. Un informe de la Escuela de Ingenieros de Bilbao, sostiene que el joven iba a 50 km/h, y que «el accidente fue inevitable».

Fiscalía y acusación no cedieron. Encuentran imprudencia grave en la actitud del joven, lo que antes se llamaba imprudencia temeraria. El abogado de la acusación, Kepa Landa, sostuvo que R. R. tuvo «plena falta de atención». Cargó contra el joven porque ignoró dos señales que indicaban el paso de cebra.

«Y los niños iban andando de la mano de su padre; no entraron intempestivamente», añadió el letrado. Incitó al tribunal a ser duro para parar los pies a quienes conducen peligrosamente.

«Vale que había semáforo en verde, pero había una furgoneta detenida, y el acusado debió pensar que si estaba cruzando alguien, no lo iba a ver», señaló la fiscal.

La Administración, "impresentable"

Queda esa sensación; que se podía haber evitado. Los vecinos llevaban cinco años pidiendo cambiar la zona donde se registró el atropello mortal porque la señalización confundía a los conductores. Ayuntamiento y Diputación se lavaban las manos y decían que no les correspondía esa obra.

Finalmente, el Consistorio puso un semáforo una semana después de la tragedia. «La Administración ha tenido un comportamiento impresentable», denunció el abogado de la familia a los periodistas. En la sesión se oyó al padre que llevaba a los niños de la mano. «Vi algo acercarse a gran velocidad. Sólo pude salvar a mi hija».

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