Más de un centenar de pasajeros y decenas de vehículos se quedaron esta tarde en tierra cuando esperaban embarcar rumbo a Cádiz desde Lanzarote en el buque de línea regular de Acciona Trasmediterránea, que no atracó en la isla tras intentarlo y golpear contra el muelle entre el oleaje.

Éste, al igual que el viento, era bastante fuerte en la zona y dificultó la maniobra hasta el punto de que el barco acabó rozando con la estructura del muelle de Los Mármoles, en Arrecife.

No están de acuerdo

En todo caso, no registró ningún desperfecto que reseñar, informaron fuentes de la Autoridad de Las Palmas, que destacaron que la decisión de proseguir la marcha sin parar fue del capitán del buque.

El capitán, haciendo uso de sus potestades, prefirió no volver a intentar el acercamiento para evitar hipotéticos daños mayores, con lo que las decenas de clientes que esperaban para embarcar se quedaron sin poder hacerlo, al menos, hasta el lunes próximo, cuando está programada la próxima salida de la compañía desde Arrecife rumbo a Cádiz.

Muchos de ellos lo hicieron, además, disgustados y en desacuerdo con el criterio del capitán, por entender que el tiempo, aunque malo, no lo era tanto como para no atracar, según relataron testigos presenciales y desde la Autoridad Portuaria.

Un organismo éste cuyos técnicos de Lanzarote consideraron también que desde el buque tal vez se habría tomado otra decisión y se habría recogido a los pasajeros, de estar otra persona a su mando, al opinar, igualmente, que las dificultades climatológicas no eran tan extremas.

Las fuentes insistieron, en todo caso, en que la decisión de atracar o no es competencia del capitán, que hizo uso de su potestad legítimamente, si bien matizaron que, por ello, cualquier tipo de reclamación o de responsabilidad debe plantearse o pedirse a la compañía propietaria del barco.

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