Tal como cuenta Emma Alonso, dueña de la empresa, la acogida es inmejorable:«hemos hecho ya 410 incineraciones desde que abrimos», comenta. Perros, gatos, y hasta hamsters y tortugas. Emma se ha encargado de recoger las cenizas de muchas especies distintas. Por un precio entre 75 y 250 euros son muchas las familias que ya conservan un recuerdo de su mascota en una urna (con precios entre 15 y 200 euros).

Por ser un proyecto pionero, Emma tuvo que luchar para llevar a cabo su idea: «Cuando iba a los bancos pidiendo financiación me llamaban loca», reconoce. Sin embargo, según dice, la gente agradece «que alguien les apoye en esos momentos tan duros».

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