La obsoleta red de aguas de Bilbao y las constantes roturas y fugas son las principales causantes del despilfarro del líquido en la capital. Pero, poco a poco, las cosas se van solucionando, a pesar de que el año pasado hubo más de tres fugas de agua accidentales al día. En total, 1.104.

Las roturas se han reducido un 10% en los últimos años, lo que ha servido para que la ciudad ahorre agua. Además se han instalado sistemas que detectan las fugas. En la actualidad, de media, cada bilbaíno gasta cada día 244 litros de agua. Es el 24,1% menos que en 2001, cuando cada ciudadano consumía 319 litros.

Esta media se obtiene al dividir todo el agua que sale de los depósitos de la ciudad entre todos los bilbaínos. También se contabiliza el agua usada para la industria o riego de jardines, entre otras.

También supone un ahorro en la factura para las arcas municipales. En este tiempo y gracias a este ahorro, se ahorran un 15%. Pese a la disminución de las roturas, las fugas de agua siguen gastando cerca del 20% del agua que consume toda la ciudad.

Pero, la concienciación ciudadana también tiene que ver en el ahorro del agua. En los últimos cinco años, cada vecino de Bilbao ha logrado reducir su consumo de agua hasta en siete litros al día en lo que se refiere, exclusivamente, uso doméstico. En 2003, según datos del Consorcio de Aguas de Vizcaya, cada bilbaíno consumía 122 litros de agua. Ahora gasta 114 litros.