Estos soldados, junto a los que había también otros del ejército nacional, posiblemente murieron en febrero de 1938, en los duros combates que ambos ejércitos mantuvieron en la zona del Alfambra, en las cercanías de la ciudad de Teruel.
Los cadáveres pertenecen a varones jóvenes y se han encontrado bastante completos, con restos de correajes, cartucheras y botas, según explicaron hoy los miembros del equipo Paleolab de Valencia, que lleva a cabo los trabajos de exhumación.
Estas exhumaciones se llevan a cabo por iniciativa de la Asociación Pozos de Caudé de Teruel , una organización que impulsa la recuperación de la memoria de los represaliados durante la guerra y los años posteriores.
Querían encontrar a doce vecinos de Calamocha
Esta excavación comenzó con el inicial objetivo de encontrar los restos de doce vecinos de Calamocha, cargos municipales y personas de izquierdas, que fueron fusilados en este municipio el 14 de septiembre de 1936.
El presidente de la Asociación Pozos de Caudé, Francisco Sánchez, ha declarado a Efe que los trabajos en esta fosa del cementerio de Singra comenzaron en octubre de 2007, a raíz de los testimonios de vecinos que los localizaban en ese lugar.
Sin embargo, hasta ahora sólo se han localizado los cuerpos de estos soldados en un plano muy superficial, según ha señalado hoy el antropólogo forense Manuel Polo, uno de los responsables de los trabajos de exhumación.
Los restos encontrados serán sometidos a un estudio para, si es posible, proceder a su identificación y tomar muestras, antes de volverlos a enterrar juntos en el cementerio de Singra.
Manuel Polo dijo que en la fosa, según testimonios de vecinos de Singra, podría albergar entre sesenta y setenta cuerpos de soldados, aunque la zona excavada ha permitido descubrir 36.
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