Trece "civiles inocentes" fueron quemados o apuñalados hasta morir en los disturbios del pasado viernes en Lhasa, la capital de la región autónoma del Tíbet, según informó este lunes el presidente tibetano, Qiangba Puncog. Esta cifra sigue muy alejada de la indicada por el Dalai Lama, que aseguró haber recibido informaciones según las cuales el número de muertos en las protestas podría llegar al centenar, aunque reconoció que es algo que no ha podido verificarse.

Este lunes, tibetanos en el exilio han elevado la cifra de "varios cientos" de muertos.

El presidente de la región autónoma del Tíbet, Qiangba Puncog, asegura que la policía y el ejércitos chinos "no hicieron uso de armas" en la represión de las manifestaciones de la semana pasada.

Puncog señala que más de 580 personas, tres de ellas turistas japoneses, fueron rescatadas de la violencia de la capital, donde los "residentes extranjeros están sanos, salvos, bien protegidos".

También relató que los autores de los disturbios causaron más de 300 incendios en zonas residenciales y tiendas, además de destrozar 56 vehículos y 214 tiendas. Los disturbios además causaron heridas a 61 policías, de los que seis están graves.

El presidente tibetano, actualmente en Pekín, aseguró tras dar las cifras que la población de esa región "luchará firmemente contra el separatismo, a favor de la patria unificada, y en pos de mantener la estabilidad social".

También afirmó que "cualquier intento secesionista de sabotear la estabilidad del Tíbet no recibirá el apoyo del pueblo y está condenado al fracaso".

La agencia oficial Xinhua aseguró que los disturbios "recuerdan en su crueldad y en sus indiscutibles vínculos con el Dalai Lama a las revueltas de 1959 y 1989".

Las escuelas de Lhasa reanudaron hoy las clases, señal de que la ciudad regresa "gradualmente a la calma" tras los disturbios.

Los Juegos Olímpicos, ¿en entredicho?

Por su parte el presidente del COI, el belga Jacques Rogge , se ha confesado "muy preocupado por los incidentes" y confía en que haya un pronto "apaciguamiento" en la zona.

Los Juegos Olímpicos se inaugurarán en Pekín el próximo agosto. Pese a las llamadas de numerosas asociaciones pro derechos humanos, ningún gobierno ni organismo deportivo se ha mostrado a favor de boicotear la cita olímpico.

Violencia en la zona

Según la prensa oficial, la electricidad ha vuelto a la capital tibetana, donde las protestas iniciadas el 10 de marzo, en coincidencia con el 49 aniversario de la revuelta contra el régimen comunista chino, alcanzaron sus momentos más violentos el pasado viernes.

Aunque las informaciones son contradictorias, parece que los disturbios se originaron a raíz del maltrato a los monjes que se manifestaron el 10 de marzo, lo que originó la ira de la población tibetana hacia los chinos de la mayoría Han que según ellos "colonizan" Lhasa y otras ciudades del Tíbet.

En varias ciudades de Europa como París, Bruselas o Barcelona se han sucedido varias concentraciones pidiendo la paz en el Tíbet y contra la represión del Ejército chino.

Bloqueo de YouTube y de 'The Guardian'

Por otro lado, el sitio de intercambio de vídeos en Internet YouTube lleva bloqueado más de dos días en China , después de que se colgaran vídeos sobre las protestas en Lhasa, según denunciaron internautas del país asiático. Además, la página web del diario británico The Guardian, una de las primeras que publicó fotos de las protestas, tampoco es accesible en Pekín.