Pero estos tres aspectos no sólo los únicos que fallan en las carreteras. También la seguridad en los cruces, la presencia de vallas y quitamiedos, las bandas sonoras resaltadas, la falta de carriles segregados, de arcén-bici coloreado y la señalización de precaución para ciclistas.

Así lo recoge un estudio elaborado por la Fundación de Ferrocarriles Españoles para la DGT sobre el tráfico de ciclistas en carreteras de diez provincias (Coruña, Zaragoza, Barcelona, Valladolid, Madrid, Toledo, Alicante, Sevilla y Guipúzcoa) para conocer cómo las usa este colectivo y diagnosticar lo que hay que mejorar para que sean más seguras también para ellos.

Todas salen mal paradas pero con todo las malagueñas son las más peligrosas de acuerdo a la opinión de 172 ciclistas encuestados, entre aficionados y amateurs. En el extremo opuesto destacan Guipúzcoa y Valladolid.

Ciclistas asiduos

El 40% de los entrevistados malagueños dijo haber sufrido algún accidente, aunque leve mientras que al 34% nunca le ha ocurrido. Según las estadísticas de Tráfico, el año pasado en Málaga no murió ningún ciclista. Seis de cada diez ciclistas malagueños, federados o no (hay 51 clubes), practica entre dos y tres veces a la semana. Un 20% reconoce hacerlo a diario.

La edad media de ellos son 37 años y la mayoría trabaja, el 1,7% está parado, mientras que el 2% lo representan los jubilados. Lo que más reivindican es que el Gobierno haga más red de vías ciclistas y que haya una mejor interconexión con la red viaria, pero reclaman sobre todo más educación vial.

Elijen la costa oriental y Cártama

En Málaga se hacen 493 itinerarios en bici de forma habitual. Los más transitados están por la N-340 de Rincón de la Victoria a Torre del Mar y de allí a Vélez; en la misma carretera entre la capital y Churriana y de Cártama a Pizarra por la vía que va a Campillos. Al elegir una carretera valoran sobre todo que tenga origen en su domicilio, complicado en el caso de grandes ciudades . También que tenga poco tráfico y se cuenten con arcén