En Belgrado. Grupos de jóvenes radicales prendieron ayer fuego a las fachadas de las embajadas de Estados Unidos, Turquía y otros países que reconocen la independencia de Kosovo.

Los actos violentos se sucedieron después de la manifestación que recorrió el centro de Belgrado para mostrar el rechazo serbio a la independencia de Kosovo. De poco sirvió la llamada a la calma del primer ministro serbio, Vojislav Kostunica, que había invitado a la población a manifestarse de manera pacífica.

Bajo el lema Kosovo es Serbia, la marcha congregó a un número de personas entre 150.000 y 200.000, que portaban banderas serbias, españolas, rusas y de otros países que han rechazado la independencia de la ex provincia serbia.