Las fuerzas de seguridad del Estado en Cataluña están en fase 2 de alerta antiterrorista, según ha podido saber 20 minutos.

Es el estado previo a la máxima alerta e implica que se haya aumentado la vigilancia en carreteras y autopistas, infraestructuras básicas como centros de energía, puertos y aeropuertos, así como en mezquitas.

Las elecciones del 9 de marzo, con la posible actividad de ETA, y las últimas detenciones de presuntos islamistas radicales en el Raval han hecho extremar la precaución.

De momento, estos controles policiales han servido para descubrir otras actividades delictivas como un rumano detenido por la Policía en un control antidroga en el Port de Barcelona y ya ha pasado a disposición de la Audiencia Nacional.

Laurentin S. tenía una orden internacional de captura por violación, secuestro y robo que podía estar relacionado con una revuelta ciudadana contra un campamento de nómadas en Roma.

Colaboración policial

Desde que el pasado 18 de enero se detuvo a 12 pakistanís e hindús en el barrio barcelonés del Raval acusados de pertenecer a una célula terrorista, la vigilancia del CNI, Policía Nacional, Guardia Civil, en colaboración con los Mossos d'Esquadra, se han concentrado en los centros de culto musulmanes.

También se vigilan locutorios y supermercados regentados por musulmanes ya que podrían tratarse de posibles focos de financiación de Al Qaeda.

Las investigaciones también se centran en descubrir el destino del dinero obtenido mediantes robos, Además, también quieren tener localizados a los líderes que hacen llamadas a la guerra islámica.