A la muerte de un familiar, un largo velatorio y una misa de luto hay que sumarle hasta tres horas más de espera en el cementerio si eres del municipio de Murcia, según denunciaron a este diario varios directores de los tanatorios de la ciudad.

El problema es que el juez del Registro Civil de Murcia, Antonio Martín Ferradal, que se encarga de expedir las licencias para poder enterrar a los fallecidos en el cementerio, se niega a firmar las solicitudes antes de las 11.00 horas y, además, es muy exquisito a la hora de evaluar los informes de las muertes, que suele rechazar, según explicaron los funerarios.

«Entre 20 y 30 minutos»

«El hecho de poner en el historial de la muerte ‘en el hospital de la Arrixaca’, en lugar de ‘Virgen de la Arrixaca’, ya es motivo suficiente para que Antonio Martín Ferradal se niegue a tramitar las solicitudes de las funerarias. Además, si tienes la mala suerte de que te la echen para atrás otra vez, pueden pasar hasta tres horas».

En el resto de municipios de la Región no hay este problema con las licencias de los entierros. Tramitar las solicitudes es cosa de 20 ó 30 minutos como mucho, según explicaron los funerarios de Cartagena y Lorca.

Fuentes del Tribunal Superior de Justicia de Murcia dijeron ayer a 20 minutos que no tienen quejas sobre este asunto. «No se ha interpuesto ninguna denuncia por el curso de las licencias de enterramiento por parte de ningún funerario», explicaron.

El mismo que vetó el nombre de Julieta

No es la primera vez que el juez Antonio Martín Ferradal recibe quejas de su trabajo. En marzo de 2007 el TSJ de Murcia le abrió un expediente disciplinario por apreciar indicios de supuestas faltas de desatención y desconsideración al ciudadano. El magistrado impidió a una pareja inscribir a su hija como Julieta, a otra niña como Bieita y a una tercera llamar a su hijo Noa.