La Sala ratifica así la sentencia del Juzgado de lo Penal número 2 de Murcia, que en junio de 2006 dio por probado que J.A. trató de robar pájaros y que fue sorprendido por agentes de la Policía Local cuando tiraba al suelo el candado de la pajarera y que "llevaba las manos manchadas de óxido".

J.A. recurrió la sentencia, y alegó en su defensa que el vecino que alertó a los agentes no declaró en el juicio, además de declararse inocente.

Sin embargo, la Audiencia Provincial considera que al proceso se aportaron pruebas suficientes para considerarlo autor del delito, y confirma los diez meses de prisión, además de la obligación de indemnizar al ayuntamiento de Molina en la cantidad de 70 euros.