Un total de 58.900 personas (37.000 escolares y 21.900 vecinos)que residen en Villafranqueza y en la zona colindante de la A-31 con la N-344 hacia la entrada a Alicante por l San Gabriel soportan niveles de ruido superior a los 55 decibelios (éste es el tope que recomienda la Organización Mundial de la Salud) por su proximidad a las carreteras y el elevado nivel de tráfico que se origina a diario.

Esta es la principal conclusión que establece el Mapa Estratégico del Ruido de las Carreteras de la Red del Estado en la provincia de Alicante del Ministerio de Fomento.

Según se desprende de este informe, después de las carreteras de la capital, otros viales que soportan una gran cantidad de sonoridad en la provincia son la N-332 desde el enlace con la CV-941 hasta el de la N-338 (afecta a las poblaciones de Orihuela, Torrevieja, Guardamar del Segura y Santa Pola), donde 7.600 vecinos también se ven afectados por niveles de ruido superiores a los 55 decibelios.

Como soluciones, el mapa del ruido propone disminuir la intensidad del tráfico en esas zonas, reducir la velocidad de los vehículos, la colocación de un asfalto poroso más silencioso, así como de pantallas acústicas, soterramientos o el aislamiento de fachadas y viviendas más próximas a las carreteras.