«Hablo de lugares en los que comí y salí con ganas de repetir»

Media vida llena de comidas de trabajo y una gran inquietud por conocer nuevos lugares movieron al gastrónomo Miguel Casas a escribir La Guía Miguelín (Editorial Elisa. 15 1). Puede encontrarse en librerías y en www.elinstaladordigital.com

¿Su guía quiere hacerle sombra a la Michelín?

Qué va. Fue idea de mis amigos, que son unos guasones. Son bares y restaurantes madrileños de donde salí con ganas de repetir.

¿Y qué tuvieron de especial para que quisiera volver?

Una buena cocina, limpieza, personal cordial y una adecuada calidad-precio.

Siendo así, seguro que son caros.

En la mayoría de los recomendados se puede comer por 30 euros y por 60 en el caso de las marisquerías.

Aconseje uno para comer el tradicional cocido.

Si encuentra sitio, en Malacatín (junto a la plaza del Cascorro). También está exquisito en La Daniela (junto al Santiago Bernabéu).

¿Y una tasca?

Una taurina, Ananías (Galileo, 9). Hay que seguir el consejo del dueño. Su cocina es muy casera.

Ahora que hace frío, ¿dónde está la buena cuchara?

Las alubias en Órdago (calle Sáncho Dávila) o las lentejas de La Ancha (Príncipe de Vergara), inmejorables.

¿Y la comida catalana típica?

Ahora que es época de calçots, hay que probarlos en La Huerta de Lleida (cuesta de Santo Domingo).

Y ya para terminar, ¿dónde darse un homenaje?

Para comer buen marisco sin que llore mucho la billetera, en Naveira do Mar (calle Santa Juliana, 57) o en La Castañal (Tetuán).

BIO

Nació en Jerez hace 61 años. Vive en la capital. Está casado, tiene un hija y un nieto en camino.

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