De nuevo un robo de 30 metros de cable de cobre está detrás de la avería que ha provocado retrasos en los servicios de alta velocidad entre Madrid y Valladolid durante toda la mañana y que ha afectado a diez trenes. Ya ocurrió algo similar el 21 de diciembre , un día antes de la inauguración oficial.

La avería se produjo sólo doce horas después de que la ministra de Fomento, Magdalena Álvarez, presumiese de la puntualidad del AVE.

El fallo eléctrico se produjo a 8 km de la estación de Chamartín a las 6.42 horas, justo cuando pasaba por allí el AVE que salía de Madrid a las 6.35 h. Los 11 pasajeros que viajaban en él tuvieron que hacer trasbordo en plena vía a otro Alvia que se dirigía a Gijón, según ha confirmado Renfe.

La vía averiada quedó inutilizada hasta las 10.10 horas, momento en el que el servicio ha recuperado la normalidad, según Renfe.

Sin embargo, en las pantallas de la estación del Campo Grande (Valladolid) informaban de retrasos generalizados en todos los trenes y el Alvia programado para las 12.33 h se ha cancelado y en las pantallas informan de que el viaje lo harán en autobús.

Este incidente ha provocado retrasos en nueve trenes, cuatro AVE y otros cinco Alvia en cada sentido, que oscilaron entre los nueve minutos y una hora y media. El más afectado fue el AVE que salía de Madrid a las 8.30 no lo hizo hasta las 10 de la mañana. Llegó 85 más tarde de lo previsto.

La línea Madrid-Valladolid es la última víctima de los robos del cobre. Ante la escasez, su precio se ha multiplicado por cuatro y allí sólo el año pasado se robaron cables de farolas, teléfonos, catenarias... que pesaban seis toneladas.