Karra Elejalde: "Me da pena que cada vez que alguien abre la boca se le malinterprete para joderle"

  • Este viernes se estrena la comedia española 'Que baje Dios y lo vea'.
  • Karra Elejalde es uno de los protagonistas de esta 'Sister Act' a la española.
  • El actor se confiesa muy alejado de la iglesia y el fútbol.
Karra Elejalde en la presentación de 'Que baje Dios y lo vea'.
Karra Elejalde en la presentación de 'Que baje Dios y lo vea'.
DeAPlaneta
Karra Elejalde en la presentación de 'Que baje Dios y lo vea'.

El próximo viernes 5 de enero llega a los cines Que baje Dios y lo vea, una comedia a lo Sister Act pero con curas en vez de monjas y equipo de fútbol en vez de coro. Esta película, debut en la dirección cinematográfica de Curro Velázquez, creador de la serie Chiringuito de Pepe, cuenta la historia de un monasterio en quiebra a punto de ser convertido en un parador de lujo y cuya única oportunidad de salvación está en ganar la Champion Clerum, un torneo de fútbol europeo solo para religiosos.

Entre los protagonistas se encuentran Alain Hernández, Macarena García, Tito Valverde, J.M. Montilla "El Langui" y Karra Elejalde, que ha hablado con 20minutos sobre el filme y otros temas de actualidad.

Usted interpreta al conservador padre Munilla, ¿tiene algo en común con él?

Poco. En un principio me ofrecieron el personaje de Salvador, que es más progresista, un tío de la teología de la liberación, que está allí en África lidiando con guerrilleros. Él es la antítesis de mi personaje, que es un tío rancio, apolillado, y también la antitesis de mi manera de ver la vida. Pero Munilla es el tipo de personajes que me gustan porque tiene mucho corazón, mucha alma, mucha tripa.

¿A quién le recomendaría la película?

Es una peli muy divertida, para el gran público, una peli familiar, para todas las edades. Ahora todo el mundo tiene la vocación de hacer una película como Ocho apellidos vascos, que pete, y yo que creo que esta es una película que va a gustar mucho. Yo creo que la gente no va a salir desfraudada, van a decir "mira qué simpática", porque también hay zascas y se habla de más maneras de ejercer el apostolado.

Se critica a la iglesia.

Sí, de algún modo sí, pero sin faltar el respeto. Se hace mofa de los que adoran los langostinos y los anillos más que a otras cosas. Pero, sin ser una peli blanca, no es una peli irreverente ni ofensiva. Solo alguien muy radical podría molestarse por esto.

Usted sería un cura de acción, ¿verdad?

Sí, totalmente, si tuviera que encajar en alguno, pero ya te digo que yo no me pongo los hábitos.

¿Nunca se le ha pasado por la cabeza ir a África o a alguna otra parte del mundo a ayudar a los desfavorecidos?

Pues mira, sí. Mi madre era republicana y no le gustaba nada esto, pero mi padre era el típico católico de derechas, y siempre me decía "¿has ido a misa?". Y me preguntaba por el color de la casulla del cura para ver si decía la verdad. Pero en realidad, mientras mis amigos estaban en misa yo estaba jugando a la pelota o haciendo pintxos. En una de esas vinieron a la escuela los hermanos jesuítas que nos ponían diapositivas de sus aventuras, así que un día yo llegué a casa y dije que me quería ir de cura, con 9 años.

¿Y qué le dijeron?

Mi madre me dio un sopapo y me dijo "tú no te vas de cura a ningún lado". Y mi padre, "pero déjale". Mi madre me dijo "¿qué te han contado?" y se fue a ver a mi profesor, con un rebote de la hostia, y le puso las cosas claras: "no me jodas, que el niño quería ser pelotari y ahora quiere ser cura. Que no vengan más curas, y cuando vengan curas a captar niños a Carlitos me lo mandas para casa". Te lo pintan todo tan bonito y tan bien que dices, joer, quiero hacer algo por el mundo, pero mi madre me quitó las ganas ,de un sopapo.

¿Es usted muy futbolero?

No mucho, yo he sido más de pelota. Y de boxeo, fíjate, aunque a día de hoy ya no. En mi pueblo la única televisión que había era la de mi bar, en blanco y negro. Ponían dos rombos pero claro, alguien se tenía que estar en el bar. A las 12 o la 1, ahí lo veíamos.

¿Qué echaría de menos si tuviese que vivir en un monasterio?

Pues unos porrillos, ¿no? Si tuviera que estar en una celda leyendo y hay que hacer silencio y no se puede poner rock'n roll y beber no está bien visto... pues unos porritos me lo harían más llevadero.

Cambia mucho de género, ¿con cuál se queda?

Yo me siento a gusto en comedia y en drama, pero es más difícil hacer comedia. Existen recursos cinematográficos incluso para hacer llorar. Tanto en Hollywood como aquí en España siempre la comedia está tratada como si fuera un género menor. Yo siempre que se me ocurre escribir un guion, y he escrito como cinco o seis guiones de cine, siempre han sido comedias. Cuando hacía teatro, lo que yo montaba siempre han sido comedias. Es muy difícil y es una pena que esté tan poco valorada.

¿Dónde radica esa dificultad?

Tú puedes contar un chiste en una boda -que ya hay que tener pelotas para contar un chiste para doscientos-, y la gente se te tira por el suelo de la risa. A la siguiente boda cuentas el mismo chiste y no se ríe nadie. Vas a Salamanca con una función, la gente aplaude, se lo ha pasado de puta madre; vas a Murcia o a Vitoria o donde sea y no es igual. Hay que estar sembrado. No es dos y dos son cuatro. En comedia, dos y dos no son nada, no es científica. Es muy complicada, muy incontrolable, puede funcionar y luego no funcionar.

Hace poco, Clara Lago dijo que en Ocho appelidos vascos ella cobró mucho menos que Rovira y usted.

En España hay desigualdad en todo. Yo soy de izquierdas, soy progresista, y estoy seguro de que una doctora cobra menos que un doctor, que una pintora de paredes cobra menos que un pintor, que una chapista cobra menos que un chapista, que una farmacéutica cobra menos que un farmacéutico... Si en el resto del panorama las mujeres cobran menos que los hombres, y me parece mal, en cine no vamos a ser menos. Estoy seguro de que también ocurre. Aunque es verdad que en el cine también hay cachés, ya no es solo cuestión de chico o chica.

Entonces, ¿da la razón a su compañera?

Yo estoy seguro de que Clara, lo que ha querido decir como mujer que reivindica un estatus equiparable al del hombre, es que ella, en la película que sea, cobró menos que los actores. Y estoy seguro de que, si lo ha dicho ella, fue así. Es mi amiga, y puso como ejemplo a dos tíos que quiere mucho, a mí que me llama aitá todavía y a su chico. Que eso haya sido polémico, me la suda.

Tal vez "polémico" no sea la palabra.

Sí, sí, porque ya me lo han preguntado más veces, y no voy a estar con el culo apretado. Yo no voy a autocensurarme, ya pasamos aquello de la censura. Yo no me voy a autocensurar porque haya gente cuyo deporte en las redes sea pedir el boicot de todo aquello que haga este tío porque ha dicho esto. Estoy hasta los huevos de eso. No tengo Facebook, no tengo Twitter ni tengo Whatsapp ni puta falta que me hace, ¿sabes? Y me da pena que cada vez que alguien abre la boca se le malinterprete para joderle. Lo que Clara ha querido decir es que en el cine, igual que en el resto de profesiones, también hay una diferencia entre los hombres y las mujeres, y yo me jugaría la mano a que es verdad.

Todo esto no hace más que confirmar que este es un momento de reivindicación de la figura femenina, especialmente en el cine.

Llevamos años, lo que pasa es que esta vuelta a la normalidad que nunca fue es lenta. Los gays debrían haberse podido casar hace veinte años, no ahora. Y poco a poco, que la gente espabile y que sepa a quién tiene que votar para progresar en esta vida e intentar llegar a lo que es justo, que es que la mujer y el hombre estén equiparados en todo. Punto.

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