La actuación ha tenido lugar recientemente dentro de la Campaña Especial de Control de Transporte Escolar que desarrolla la Guardia Civil, la cual tras el control de la documentación e identificación del conductor realizó la prueba de detección de "presencia de sustancias estupefacientes en el organismo", y en la que el conductor del autobús dio resultado positivo.

Así, tras denunciar al conductor e inmovilizar el vehículo, el presunto infractor ahora se enfrentan a multas de 1.000 euros y la retirada de seis puntos en el permiso de conducir, todos ello, aún a la espera de recibir el informe de ratificación del Laboratorio de la Dirección General de Tráfico.