Una de las actuaciones se llevó a cabo en una explotación porcina en las inmediaciones del Monte Xalo, en Carral, "por los continuos vertidos de purines ubicados en una balsa de almacenamiento que no disponía del adecuado sistema que evitase las filtraciones al terreno colindante", según explica la Benemérita.
Asimismo, se inspeccionó una granja de visones en la comarca de Cerceda "en la cual se producían continuos vertidos de lixiviados al terreno, que se originaban desde la zona de almacenamiento de excrementos", explica.
En ambos casos, asegura que se constató que se estaba poniendo en riesgo tanto la calidad de las aguas superficiales como las subterráneas, "por lo que estas irregularidades administrativas se pusieron en conocimiento de la Consellería de Medio Ambiente, de la Consellería de Medio Rural y de los ayuntamientos correspondientes".
La Guardia Civil remitió también diligencias a la Fiscalía de Medio Ambiente por si estos hechos pudiesen ser constitutivos de sendos delitos contra el medio ambiente, "debido a la reiteración de los mismos ya que estas mismas explotaciones habían sido objeto de actuaciones similares en el año 2016", explica.
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