Así se desprende del informe 'La transmisión intergeneracional de la pobreza: factores, procesos y propuestas para la intervención', presentado este miércoles en una rueda de prensa en la que han participado el director de Cáritas Asturias, Ignacio Alonso, el coordinador nacional del estudio, Raúl Flores, y la responsable del área de desarrollo social de Cáritas Española, Carmen García.

El informe, además de constatar que ocho de cada diez personas que vivieron "graves dificultades" económicas en su infancia y adolescencia las están reviviendo en la etapa adulta, presenta nueve propuestas para paliar esta situación.

La primera de ellas reclama una mayor inversión en educación, algo que "debería ser una prioridad en los estados del bienestar", de forma que el sistema educativo "compense las desigualdades reales existentes entre los diferentes alumnos y las familias de estos para lograr la prometida igualdad de oportunidades".

Por otro lado, consideran que afrontar la TIP requiere una contribución "clara y decidida" por parte de la red de servicios sociales, en concreto, en el apoyo psicológico y social a las familias, apoyo a menores con deficiencias y apoyo a actividades en centros abiertos o colonias urbanas.

Urgen además la garantía de un sistema de salud pública universal con acceso gratuito para todos los residentes en el territorio, "independientemente de su situación contributiva". A ello suman la importancia de promover "a nivel preventivo" hábitos de vida y crianza saludable.

Creen "altamente necesaria" la inversión en políticas sociales y redistributivas que consigan "de manera eficaz" la reducción de las desigualdades para, actuando sobre la desigualdad actual, actuar "de forma preventiva" sobre las desigualdades futuras.

Por otro lado han reclamado una política de vivienda y urbanismo que se convierta en herramienta contra la reproducción y transmisión de las situaciones de vulnerabilidad y exclusión. Esta petición se fundamenta en la observación de la complejidad para muchas familias para acceder a una vivienda.

El informe sugiere además plantear una política basada en un sistema de prestaciones universales destinadas a la familia y la infancia que permita la generación de un entorno "favorable" para niños y familias que supongan un "primer freno" a la reproducción de la discriminación social y que aporten un elemento de estabilidad y continuidad.

Dado que la situación laboral de los padres tiene una "influencia directa" en la transmisión de la pobreza, consideran necesario que la política pública contenga un proceso de inclusión a través de la activación de los padres, contemplando, entre otras medidas, un apoyo "efectivo" para la conciliación de la vida laboral y familiar de los padres.

Han propuesto además el apoyo directo a las familias en su labor parental mediante la provisión de servicios de orientación a los padres para favorecer la creación de un entorno "más firme" para el desarrollo de los menores.

Finalmente han reclamado una acción coordinada de cada servicio proporcionado por los diferentes organismos públicos a las familias. "La conexión y vinculación de las administraciones y entidades permitiría asegurar la calidad de la intervención y también su eficiencia, sin duplicar esfuerzos y acciones", señala el informe.

AUTOCRÍTICA

Por otro lado, Raúl Flores ha incidido en la necesidad de realizar una "autocrítica" entre las entidades del Tercer Sector, Cáritas incluida, para plantearse una intervención que aborde las situaciones familiares "en su globalidad", poniendo el foco en la familia y no solo en los menores, "con programas para todos", tratando de trabajar, por ejemplo, en un barrio completo.

Necesitan, a su juicio, deasrrollar acciones en las que las familias sean las "protagonistas", caminando a su lado y recordándoles "sus posibilidades de salir adelante".