Así se puso de manifiesto este miércoles durante la presentación de los primeros resultados de la segunda fase del proyecto, acto que contó con la asistencia del presidente del Cabildo, Antonio Morales, el presidente de la COAG, Rafael Hernández, y la directora del proyecto, la doctora Irene Dupuis, entre otras autoridades

En este sentido, los buenos resultados de la primera fase llevaron a la rúbrica de la Institución insular, la COAG y la Universidad de Las Palmas de Gran Canaria para emprender esta segunda etapa, quedando aún una tercera que se centrará en los viñedos.

"La gestión de los lodos supone un coste económico y ecológico importante. En estos momentos estamos produciendo alrededor de 70.000 toneladas al año de lodos y tenemos que ser conscientes de que se trata de un residuo con un fuerte impacto ambiental que, sin embargo, tiene también un gran potencial de reutilización", dijo el presidente.

Morales añadió que dicha reutilización es fundamentalmente como fertilizante para actividades como la agricultura o ganadería, incluso para la restauración forestal, al tiempo que hizo especial hincapié en que solo Gran Canaria importa 12 millones de kilogramos de abono al año con un coste superior a los 7 millones de euros.

"En gran parte -dijo sobre este abono- se podría sustituir por abono obtenido a partir de los tratamientos de los lodos de la depuradora. Por lo tanto, estamos hablando de beneficios económicos y medioambientales".

Mientras, desde COAG, Rafael Hernández comentó que con este proyecto se está avanzando en una materia que no tiene referencias bibliográficas en las islas, ya que Gran Canaria está siendo pionera en este tipo de investigación.

"Estamos convirtiendo un residuo en un recurso que no solo es válido para la agricultura, sino también para los ciudadanos porque al final es a quien repercute de manera positiva", aseveró.

CONVERTIR LOS LODOS EN FERTILIZANTE ORGÁNICO DE BUENA A MUY BUENA CALIDAD

En cuanto al proyecto, la directora del mismo, Irene Dupuis, incidió en que los lodos de depuradora, una vez compostados, pueden representar un fertilizante orgánico de buena a muy buena calidad para la agricultura y otros sectores como el ornamental, jardinería, los viveros y los espacios forestales.

Asimismo, explicó que la depuración de aguas genera lodos a partir de los que se puede realizar compostaje que tienen diversos usos. "Estamos trabajando en una gestión integral. Es un ejemplo de una economía circular", matizó.

Dupuis explicó que para esta segunda fase de la investigación los expertos se han centrado en tres líneas de trabajo: agua, agricultura y ganadería, y medioambiente, realizando un total de 15 ensayos desarrollados.

AHORRO DE AGUA Y DISMINUCIÓN DE CONTAMINACIÓN

Respecto a los resultados, la doctora incidió en que el ahorro de agua que supone la aplicación de estos compost. "El incremento de la materia orgánica disminuye sustancialmente el gasto en agua. Se trata de unos resultados de primera relevancia", dijo.

Además, en la línea de la contaminación por nitritos y nitratos, la experta señaló que la materia orgánica contenida en los lodos parece minimizar la contaminación de las aguas por estos dos elementos.

En agricultura y ganadería, se han hecho varios estudios en los que los resultados "son muy claros". "La calidad de los compost de lodo -expuso- es equivalente o superior a algunos de los abonos importados".

Por otra parte, en el conjunto de los ensayos agrícolas realizados, los resultados siempre han dado rendimientos equivalentes o superiores excepto en los semilleros de tomateras, donde no han dado resultados positivos.

Mientras, en la línea de medioambiente ha dado resultados positivos. En tres de las cuatro especies ensayadas el crecimiento ha sido "significativamente" mayor si se compara con la fertilización y los sustratos habituales que se utilizan en viveros forestales.

En conclusión, Dupuis señaló que los resultados de todos los trabajos desde 2013 son globalmente "positivos a muy positivos" en el sentido de que los rendimientos siempre han sido equivalentes o superiores a los métodos habituales, no se ha afectado a la calidad nutricional de los cultivos alimentarios. "Y hemos visto algunos efectos positivos en materia de ahorro de agua y contaminación por nitratos y nitritos", concluyó.