El grupo de Al Zarqawi desarticulado podría estar relacionado con el 11-M

La Policía investiga si algunos de los presuntos miembros de la organización terrorista Ansar Al Islam del jordano Abu Musab Al Zarqawi -que lidera la insurgencia en Irak- detenidos el miércoles en España durante la operación Tigris participaron o colaboraron de alguna forma con la trama que perpetró los atentados del 11-M.

Según informaron fuentes de la investigación, ésta es una de las líneas de trabajo de la Policía, que durante el miércoles llevó a cabo dos intervenciones simultáneas, una en relación con la citada organización (operación Tigris)  y otra con el 11-M (operación Sello), que permitieron la detención por la mañana, según Interior, de dieciséis personas y puso de manifiesto algunos vínculos entre miembros de las dos redes.

Uno de los huidos del piso de Leganés pudo haberse inmolado en Irak en mayo

Otro dato que avalaría la conexión entre el grupo de Al Zarqawi y el 11-M es la sospecha de que una de las personas buscadas por su presunta participación en la masacre de Madrid y huida tras los atentados, Mohamed Afalah, pudo haberse inmolado en una acción terrorista suicida en Irak entre el pasado 12 y 19 de mayo.

El nexo de unión, en Santa Coloma

El posible nexo entre los detenidos en relación con la red de Al Zarqawi y los implicados en el 11-M se pone de manifiesto, según las fuentes, en las detenciones practicadas en la localidad barcelonesa de Santa Coloma de Gramanet.

Tres de los arrestados en esa ciudad, uno en la operación Tigris -Samir Tahtah, considerado el máximo responsable de reclutamiento y envío de muyahidines a Irak dentro de la red terrorista de Al Zarqawi- y otros dos en la Sello -Mohamed Larbi Ben Sellam y Driss El Gordo- residían en la misma vivienda.

La Policía intenta ahora determinar si el primero, Samir Tahtah, pudo estar también implicado de alguna forma en los atentados de Madrid, señalaron las fuentes, que precisaron que una huella de Larbi Ben Sellam fue hallada en un libro localizado entre los escombros del piso de Leganés en el que el 3 de abril del año pasado se suicidaron siete de los autores del 11-M.

El móvil del enviado a Irak, comprado por la célula de Villaverde

El rastreo de un teléfono móvil adquirido en un centro comercial de Madrid ha servido para confirmar que Mohamed Afalah marchó a Irak como "mártir". Fue comprado el pasado 14 de marzo, y el destinatario era el padre de Afalah, Ahmed, y en la adquisición y entrega del móvil habrían participado Mohamed El Idrissi y Mohamed Larbi Ben Sellam, los dos arrestados en las últimas horas.

Mohamed Larbi Ben Sellam y Mohamed Afalah pertenecían a la misma célula terrorista (la de Villaverde) que El Tunecino, uno de los suicidas de Leganés, y Allekema Lamari, también muerto en ese piso.

Larbi Ben Sellam y El Tunecino, según la Policía, serían los enlaces entre esa célula y la del grupo liderado por Rabei Osman Sayed, El Egipcio, implicado en el 11-M y detenido en Italia.

El móvil sirvió, según las investigaciones, para que Afalah transmitiera a su padre las intenciones de convertirse en mártir en Irak
El objetivo de la entrega del citado teléfono al padre de Mohamed Afalah sería facilitar la comunicación con su hijo para que éste
le informara de su decisión de morir como "mártir" en una acción terrorista suicida en Irak.

Las pesquisas además han esclarecido que quienes facilitaron supuestamente la huida de Mohamed Afalah y de otros implicados con el 11-M tras los atentados son Hassan El Amrani y Driss El Gordo, desde Barcelona, y Abdenbneri Essebar, desde Madrid. Los tres, además de facilitar la huida a algunos de los implicados en el 11-M, podrían haber participado en labores de reclutamiento para el envío de muyahidines a Irak.

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