Los técnicos de la Consejería de Turismo, Cultura y Medio Ambiente comprobaron el deterioro de la base de este conjunto arqueológico por la existencia de desprendimientos y arrastres en las estructuras murarias y en el depósito arqueológico causados por las pendientes del terreno existentes, como la vaguada de desagüe de la ladera, y el apoyo sobre terrenos blandos, que hacen necesaria su reparación para evitar que se ponga en riesgo la estabilidad y seguridad de las estructuras y para garantizar la integridad del bien.
El pasado 20 de septiembre, la Dirección General de Bienes Culturales ordenó al Ayuntamiento de Totana, titular del bien, la ejecución de las actuaciones de emergencia en el yacimiento arqueológico, con un plazo de realización estimado de tres meses y que se financiarán con la subvención aprobada hoy.
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