Así es y así funciona un pasaje del terror por dentro: el caso del Parque de Atracciones

  • Los túneles del terror están de moda y a la moda: los zombis son lo que se lleva. Así funcionan por dentro estas atracciones que llevan ya casi 30 años en España.
  • Juan Luis Menor, un actor que lleva 28 años trabajando esto explica el porqué a la gente le gusta pasar miedo: "necesitamos el morbo para vivir".
  • FOTOGALERÍA: las imágenes más terroríficas de este pasaje.
Juan Luis Menor, actor veterano de pasajes del terror, caracterizado para la 'The Walking Dead Experience' del Parque de Atracciones de Madrid.
Juan Luis Menor, actor veterano de pasajes del terror, caracterizado para la 'The Walking Dead Experience' del Parque de Atracciones de Madrid.
JORGE PARÍS
Juan Luis Menor, actor veterano de pasajes del terror, caracterizado para la 'The Walking Dead Experience' del Parque de Atracciones de Madrid.

La puerta se abre y vomita un nuevo grupo de personas que salen atropelladamente. Se llevan las manos al pecho o respiran con intensidad. Ninguno mira atrás. Así es la salida del The Walking Dead Experience, el pasaje del terror heredero del Viejo Caserón del Parque de Atracciones de Madrid. Así es la salida, en realidad, de casi cualquier pasaje del terror. 20minutos ha compartido una jornada con los actores y los responsables de esta atracción. Así es y así se hace un túnel del terror.

Abel Perales es director creativo del Parque de Atracciones. A sus 36 años lleva 18 dedicado a los pasajes. De ellos, más de una década como actor. "El susto es el elemento fundamental, pero eso hay que complementarlo con decorados elaborados, vestuario, láser, sonido, incluso olores... la gente tiene que tener una experiencia de 360 grados", explica. Para crear un pasaje del terror –y el Parque de Atracciones de Madrid tiene siete– "tienes que meterte en la psicología del visitante y diseñar los recorridos en base a eso".

Además, han de ser recorridos funcionales, que permitan que un mismo actor pueda acceder muy rápido a varios puntos, que haya "zonas donde puedas asustar sin que la gente se lo espere" y también hay que "documentarse sobre épocas y personajes".

Estas atracciones-espectáculo, que son en realidad representaciones teatrales inmersivas, no escapan a las modas. De eso sabe mucho Juan Luis Menor, un actor de profesión que lleva 28 años en el pasaje del terror, desde que se inauguró en junio de 1989. "Ya no hay exorcistas ni vampiros... ahora lo que está de moda son los zombis, es lo que le gusta al público. Si termina esta moda, a lo mejor volvemos a los clásicos", dice Menor, que comenzó haciendo de cura de El exorcista, pero que también ha sido monje de El nombre de la rosa, hombre lobo, niña de El exorcista (sí, niña), el amo del Caserón, loco...

El peor sitio es "el medio del grupo", explican los actores ¿Por qué alguien quiere entrar en un túnel del terror? "Porque necesitamos el morbo para vivir", explica el actor, que recuerda que antes se asustaba con más facilidad, "la gente no estaba acostumbrada a sentir tan de cerca el terror". Hoy en día, sin embargo, raro es el

En esta atracción hay dos perfiles predominantes de público. El que quiere aparentar que no tiene miedo pero es "el más cagado que va en el grupo" y, en el otro extremo, al que no le importa mostrar que tiene miedo y es muy expresivo, "grita y te dice ¡no me toques, no me chilles, no me sigas!". Sí, este es el perfil preferido de los actores del túnel del terror. En eso coincide con Iván León, un joven de 24 años que lleva apenas unos meses trabajando en esto.

¿Y cómo es un casting para ser zombi?_Pues es más complicado de lo que parece: "Nos preguntaron por nuestras referencias de películas, series...", explica León. "Nos pusieron público para ver nuestro aguante, con grupos que eran molestos, que no entraban... y teníamos que mantenernos en el papel", detalla el actor.

Los actores del pasaje tienen un camerino donde se transforman en sus personajes. Maquillaje, prótesis, sangre falsa y lentillas: convertirse en zombi lleva unos 20 minutos, quitarse de encima a un muerto viviente, unos diez minutos bajo la ducha.

Usualmente nadie quiere ir el primero ni el último en los grupos que entran al pasaje, que suelen ser de unas 10 personas. Pero el peor sitio es "el medio del grupo", explican los actores, porque es "donde más se impacta", avisan. El recorrido dura entre ocho y tres minutos, dependiendo del pasaje. El susto... para siempre.

La historia de los pasajes, en tres hitos

  • En 1986, en Argentina, se realizó la primera experiencia de este tipo: un laberinto en el que el público se sumergía en una obra de terror.
  • El éxito hizo que en 1988 se abriera en Orlando la Terror on Church Street, con 4.000m2 de pasaje.
  • Los mismos creadores montaron un año después en el que era el Restaurante Vasco del Parque de Atracciones de Madrid una réplica adaptada al público español.

Entrevista a... Juan Luis Menor

28 años de trabajo en pasajes del terror.

¿Cómo recuerda su primer día?

Fue un día de muchos nervios y mucho calor, llevábamos demasiada ropa encima. Recuerdo la oscuridad y el poco conocimiento que tenía del pasaje.

¿Y el primer grupo que entró?

En ese grupo estaba el cantante José Luis Perales. Él fue el primero en llamar a la puerta.

¿Qué hay que tener para valer para esto?

Un poco de cara y ser echado para adelante, estar dispuesto a darlo todo.

Que le guste este trabajo, ¿tiene que ver con el sadismo?

Con el sadismo... sí, yo soy un poco sádico y la gente es un poco masoquista, así que estamos en lo mismo.

¿Se esmeran cuando detecta que hay alguien especialmente asustadizo en el grupo?

Yo, sí [risas]. Ellos han querido entrar y no se les puede suavizar.

¿Cómo lleva a los usuarios listillos?

Suelen ir los primeros, pero en realidad están temblando y cuando les das el susto no dejan de hacer el gesto de terror...

Hay mucha leyenda urbana sobre el pasaje, sobre todo con la niña de El exorcista.

Es todo mentira. Aquí solo hay maquillaje, actores y un decorado, nada más.

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