Una piscina holandesa se vio obligada este miércoles a contratar seguridad adicional por las amenazas recibidas después de que el ultraderechista Geert Wilders denunciara en las redes sociales que el centro ofrece clases de natación a mujeres musulmanas.

"Le debemos todo esto a Geert Wilders", lamentó al diario AD el gerente de la piscina Dolf-fijn, en Maassluis (al oeste de Holanda), Richard Ritmeester.

El centro ha contratado un guardia de seguridad para vigilar la piscina por las noches, hasta que la situación se calme.

A principios de semana, el político ultraderechista publicó en su cuenta de la red social Twitter una imagen del cartel de esta piscina que ofrece clases de natación en su "zona restringida" a "mujeres inmigrantes".

"Sharia (ley islámica) nadando en los Países Bajos", tuiteó Wilders sobre el anuncio de este centro, de carácter privado.

La piscina modificó su publicidad, al considerar que podía "crear confusión", y especificó que se trataba de "clases privadas solo para mujeres" destinadas a personas de "todas las nacionalidades".

El anuncio añade que durante las vacaciones escolares, el Ramadán y las fiestas nacionales no habrá clases de natación. Lejos de zanjar la polémica, la modificación atrajo una mayor atención y la piscina comenzó a recibir amenazas.

"La situación es bastante tensa. Es lo único que puedo confirmar", dijo el gerente.