Las jornadas han incluido este viernes una recepción oficial en el Parlamento de Navarra a la que han asistido representantes de asociaciones de Cataluña, Aragón, País Vasco, Cantabria, Madrid y Navarra. Desde Francia, han acudido personas procedentes de Pau, Oloron-Sainte-Marie, Toulouse, Burdeos y París.

Han participado en el acto la presidenta del Parlamento de Navarra, Ainhoa Aznárez, y la consejera de Relación Ciudadanas e Institucionales del Gobierno foral, Ana Ollo, además de representantes de todos los grupos parlamentarios, salvo el PPN.

Durante esta recepción, el presidente de la Asociación de Familiares de Fusilados de Navarra, Jokin de Carlos, ha destacado que la prioridad en su trabajo es "buscar a cada uno de los cientos de navarros que todavía están desaparecidos, hacer exhumaciones, recuperarlos de las fosas, y hacerles homenajes a ellos y a sus hijos". "No vamos a parar hasta que el último de los navarros asesinados sea recuperado", ha subrayado.

Por su parte, Raymond Villalba, representante de asociaciones memorialistas en Francia, ha afirmado que su tarea en el país galo es que "no se olvide la gesta de los republicanos españoles, sus ideales, el exilio que vivieron, los campos de concentración, su lucha en los maquis de Francia". "En el sur de Francia muchas fueron las poblaciones liberadas por los guerrilleros españoles y el pueblo francés sabe que los tanques que liberaron París se llamaban 'Ebro', 'Teruel' o 'Guadalajara'. Eso no se tiene que olvidar", ha afirmado.

La presidenta del Parlamento de Navarra, Ainhoa Aznárez, ha agradecido el trabajo "constante" de las asociaciones memorialistas y les ha pedido que "no bajen la guardia, que sigan trabajando como lo han hecho hasta ahora y que nos sigan exigiendo a las instituciones mayores compromisos, mayores presupuestos, y dedicación en la búsqueda de la verdad, la justicia, la memoria y la reparación, creando las condiciones para que jamás se repita lo sucedido tras el sangriento verano de 1936".

La consejera Ana Ollo ha señalado que "las políticas públicas de memoria deben estar basadas en el respeto al derechos de las víctimas a la verdad, la justicia y la reparación, y también al establecimiento de garantías de no repetición". "Por ello, el objetivo de nuestras políticas debe ser reparar a las víctimas y familiares por la injusticia que sufrieron, por las penurias vividas durante 40 años de dictadura y por el olvido padecido años después", ha apuntado.