"No deberían cortarse los riegos de apoyo", ha dicho Juan Balbín, al tiempo que ha insistido en tratar de "aguantar" los riegos hasta que comience de forma generalizada la campaña de recogida , o lo que es lo mismo, hasta finales de noviembre o principios de diciembre.

El delegado ha dicho ser consciente del "difícil papel" que le toca jugar a la CHG ya que "si no hay agua, no te la puedes inventar" y lo que está claro es que "lo primero es garantizar el consumo humano". Ha añadido que el año hidrológico ha sido "de pena" y se ha llegado a una situación "excepcional" y "límite".

Dicho esto, ha insistido en que sería bueno mantener algún tipo de riego complementario más allá del 15 de octubre y para algunas zonas muy concretas para asegurar que no le falte el agua, sobre todo al olivar de regadío porque es "el más mimado y también el menos preparado" a la hora de hacer frente a la falta de recursos hídricos. "Con muy poquito más el olivar podría mantenerse y llegar al inicio de campaña", ha reiterado Balbín.

Precisamente, es en el olivar de regadío en el que se tiene puestas las esperanzas para salvar la presente campaña de aceituna. El olivar de regadío supone el 50 por ciento de la superficie de este cultivo en una provincia como Jaén donde hay 66 millones de olivos. El olivar de más antigüedad y de secano "da pena verlo" por los efectos de la ausencia de lluvias, mientras que el olivar joven de secano parece que

"está aguantando".

En lo que respecta al aforo de campaña, Balbín ha indicado que se sigue trabajando y que no será hasta casi finales de octubre cuando se haga público. El delegado no ha entrado a cifrar el descenso de la producción como consecuencia de la sequía, pero sí ha señalado que

"cada día que no llueve supone una bajada importante de la producción".