La Brigada Judicial, durante el transcurso de un dispositivo de prevención de hurtos, identificó en una céntrica calle de la capital a dos personas por infundirles sospechas de que pudieran dedicarse a la comisión de hechos delictivos. Durante la identificación, los agentes comprobaron que estos dos ciudadanos ocultaban entre sus ropas numerosas joyas con un peso de 300 gramos y 700 euro en efectivo.

Los funcionarios observaron, además, que la mayoría de ellas eran cadenas de oro que previamente habían sido cortadas, por lo que sospecharon que podrían haber sido sustraídas por el procedimiento del "hurto amoroso". Esta práctica es utilizada para ganarse la confianza de una persona y apoderarse posteriormente de las joyas.

Tras la identificación, los individuos ofrecieron las pertinentes explicaciones pero, apuntan fuentes policiales, "ante la falta de credibilidad sobre la procedencia de las joyas, se realizó un peinado de la zona para localizar otros colaboradores de los detenidos y vehículos de apoyo que dio como fruto la localización de una tercera persona y un vehículo donde se hallaban camufladas muchas piezas de joyería con un peso de 1.200 gramos".

Los detenidos (F. M, de 30 años de edad; I. Z, de 32; y G. Z, de 32) han sido ya puestos a disposición de la autoridad judicial, que ha decretado para ellos la puesta en libertad con cargos.

La Policía Nacional centra ahora sus esfuerzos en poder determinar la procedencia de las joyas, para lo cual ha organizado una exposición los días 17, 18 y 19 de octubre en las dependencias de la Comisaría Provincial de Zamora a la que podrán acudir todas aquellas personas víctimas de una sustracción de joyas en vía pública o en interior de domicilio.

Las principales víctimas de este tipo de delitos son las personas de avanzada edad que, como colectivo vulnerable, "son presa fácil para este tipo de delincuentes al aprovecharse de su bondad y su disminución de condiciones físicas" para realizar el delito y facilitar la huida, apuntan fuentes policiales.