Fito: "Tenemos el derecho y el deber de equivocarnos"

  • "Desde que dejé todas las drogas todo me sienta mal", dice el músico que saca recopilatorio y anuncia gira por sus veinte años con Fitipaldis.
  • "Dedicar tanto a tu profesión está muy bien pero no deja de ser mucho ego también".
  • "Yo aguanto muchas cosas pero no que alguien me diga por ahí no puedes pasar".
Fito, en entrevista con '20 Minutos'
Fito, en entrevista con '20 Minutos'
JORGE PARÍS
Fito, en entrevista con '20 Minutos'

Un día llaman a Fito y le preguntan: "¿sabes que hace 20 años que sacaste el primer disco como Fito y Fitipaldis?" Así nos lo cuenta Fito en una entrevista en la que no tiene problemas en hablar del ego que lleva a subirse a un escenario y los errores que no volvería a cometer, aunque su gran lema sea el que da título a una de sus canciones: Me equivocaría otra vez.

De esa llamada hasta hoy se ha creado un recopilatorio Fitografía (Warner) que intenta no parecerse a otros que saldrá a la venta el 10 de noviembre. Celebrarán su aniversario con una gira que empezará en Santander el 10 de marzo y seguirá por 19 ciudades.

¿Le costó decidirse a hacer un recopilatorio?

Bueno, hemos intentado que sea un recopilatorio. Cuando me llamaron para proponérmelo, que estaba haciendo disco nuevo y no salía nada, pensé: un recopilatorio es una mierda.

Una mierda, ¿por qué?

Porque hacer un recopilatorio me parecía lo de siempre.

Si recuerda los tiempos de Platero y Tú y los compara con ahora, ¿qué es lo primero que le viene a la cabeza?

Ahora estoy mucho más sereno, tengo 51 años, y entonces, 19. Todo es diferente, lo único que no ha cambiado es el primer instante de hacer una canción. Porque sin canción no tienes ni disco ni banda ni nada. No ha cambiado eso desde que con 18 me sentaba a componer. Todo lo demás es diferente. Sigo cocinando igual, aunque igual ahora hay más gente que quiere probar el plato.

Muchos más, ¿lo imaginó alguna vez?

Nadie de mi edad imaginó eso. Grabar un disco entonces era muy complicado. Ahora es complicado lo demás.

Antes ha dicho que estaba intentando hacer un disco nuevo y que no le salía nada...

Nada no es muy exagerado. La mayor parte de las veces que te pones a componer sale mierda. Pero siempre hay un motivo.

¿El suyo cuál es, que no trabaja demasiado, que es desordenado..?

Todos los que has dicho me encajan, pero también hay momentos que son más oportunos. Pasa cuando escucho otros discos o leo, a veces no me gustan y es porque no era el momento, los cojo a los tres meses y me gustan.

¿Es de los que valoran la letra por encima de todo?

Sí, pero a ver: escribir no es divertido. Igual para Marta Sanz, que es escritora, lo es, pero para mí no. Solo escribo cuando quiero canciones nuevas y entonces mi cabeza dice: bloqueo, bloqueo, bloqueo.

¿Y cómo sale?

Trabajando pero tampoco un exceso de trabajo te garantiza un resultado óptimo.

¿Qué historia no se ve escribiendo?

No sé, lo que tengo es una fijación por explicarme a mí mismo. Uso las canciones para explicarme a mí mismo. Cuando escribes una frase y te sientes reflejado, prueba superada. Puedo escuchar canciones mías y decir ese soy yo. Cuando escucho una que no me representa digo no estuve acertado.

Y esa no me la va a decir, claro...

No, pero tampoco puedes estar tan a gusto con las tuyas como con las de otros. Y tienen que pasar los años.

¿Y cuál sí le representa?

Me equivocaría otra vez, que no me canso de tocar. Es una canción que dentro de 20 años seguiré tocando... Si es que alguien viene a verme entonces.

¿Y si no va nadie?

Amo la música y no necesito salir a tocar, salgo porque es divertido. Siempre tengo el dilema de por qué me subo a un escenario.

¿Y qué se responde?

Que subo porque es divertido. Es un sueño que cuando tenías 14 años jamás soñaste. Y ego, porque eso es ego.

¿Qué canción está harto de cantar?

Bueno, hay canciones que no se te ocurriría tocar en casa.

Pues le hago la pregunta de otro modo: ¿cuál no tocaría en casa?

La casa por el tejado, Soldadito marinero....Esas en directo sí, no tienes que luchar contra los éxitos, porque ellos te han situado donde estás. En casa diría estoy hasta la polla, pero en directo todo el pabellón lo canta y cuando la gente te quiere es por algo. A veces hay que dar la razón a la gente.

¿Qué canción le sorprendió más que fuera un éxito?

Por Soldadito marinero no daban nada, de La casa por el tejado me dijeron que era un buen disco pero que no tenía singles y nunca he tenido un disco con tantos singles... Luego te cuento mi dieta.

No, cuéntemela...

¿Os preocupan mis problemas con el reflujo y el ácido? Desde que dejé todas las drogas todo me sienta mal. Si me sentaran como a los 20, madre mía bendito sea. Lo de no dormir estoy acostumbrado, pero el bajón ya no se aguanta igual.

¿Qué ha descuidado por su carrera?

La vida familiar. Me separé y dejé de ver a un hijo del que casi no tengo recuerdo. Cuando volvía de las giras no me conocía. Es lo que intento no volver a hacer. Dedicar tanto a tu profesión está muy bien pero no deja de ser mucho ego también. Si no tuviera tres hijos, igual estaría de gira todo el tiempo. Pero cuando hay que compaginar con hijos, hay que decidir y lo que hago es desaparecer porque me quiero quedar en casa. A veces piensas que eres el ombligo del mundo pero luego te das cuenta de que no. Y que no hace falta otro disco tuyo al mundo sino a ti, para ti. Ya no me ocupa demostrar, lo que me ocupa son mis hijos. Me conformaría con tener otras 30 canciones aunque no las grabara.

A Loquillo, entre otros, le prohibieron en unas fiestas hace poco. ¿A usted nunca le han prohibido?

A Loquillo todos le quieren. Yo también. Imagino que sí me han prohibido, pero lo que menos me gusta en este mundo es la falta de libertad. Yo aguanto muchas cosas pero no que alguien me diga por ahí no puedes pasar. No sé si he pasado alguna vez, a lo mejor a nivel personal no soy tan chulo y cedo y hago cosas que no haría, pero a nivel profesional es mucho más difícil que me dijeran lo que puedo y no puedo.

¿Qué canción suya dedicaría a sus hijos?

Me equivocaría otra vez. Tenemos el derecho y el deber obligación de equivocarnos. Que no hay verdades absolutas, y que es guay tener 51 años y replantearse todo.

Eso es lo que da vida...

Sí, pero parece que lo que mola es la gente que no se mueve. Las posiciones inamovibles son tremendas. Imagina llevar 51 años con una postura inamovible.

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