La exquisita joya, uno de los tan sólo doce huevos de Fabergé (1846-1920) conocidos en el mundo, se convirtió no sólo en el objeto ruso por el que más se ha pagado hasta la fecha en una subasta, sino también en la obra del famoso joyero y
Esta excepcional pieza de artesanía, que
Después de diez tensos minutos en una abarrotada sala de Christie's,
El director internacional de obras de arte rusas de Christie's, Anthony Philips, ha señalado "el huevo de Fabergé para los Rothschild
Un huevo muy especial
De dimensiones excepcionalmente grandes, el huevo fue realizado en 1902 por el técnico jefe del taller de Fabergé, Michael Perchin, quien lo hizo descansar sobre un pedestal en cuya decoración se combinan diversos matices de oro con esmalte rosa semitransparente.
En la parte frontal del huevo descansa un reloj, dentro del cual se halla un cuco elaborado con diamantes que, cada hora, se asoma, mueve sus alas cuatro veces y asiente con la cabeza mientras abre y cierra el pico para cantar.
La fascinante actuación del pequeño cuco dura quince segundos, tras los cuales una campanada marca la hora exacta.
La joya es uno de los tres únicos ejemplares de huevos Fabergé con reloj y cuco conocidos hasta el momento: el "Huevo Imperial con Cuco", de 1900, y el "Huevo Chanticler", de 1904.
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