La protestas de este viernes, que congregaron a cerca de 3.000 personas según los manifestantes, se iniciaron como viene siendo habitual en el paso a nivel de Santiago el Mayor sobre las 20.00 horas.

Allí un fuerte dispositivo policial, con varios furgones impidiendo el paso a las vías, logró que los vecinos no pudieran ocuparlas como ocurrió en la noche del jueves, en donde los agentes tuvieron que proceder a desalojar a los vecinos que se habían sentado sobre la red viaria, impidiendo el paso de varios trenes.

Sin embargo, conforme fue avanzando la noche, algunos de los manifestantes trasladaron las protestas a otros dos puntos de la ciudad, la avenida Ronda Sur y la plaza de la Glorieta.

En primer, un grupo de manifestantes se desplazaron a la ronda murciana, en el cruce con Santiago el Mayor, en donde llegaron a cortar el tráfico durante unos instantes. Allí, la policía intervino para disolver la protesta.

Desde la Delegación del Gobierno afirman que los momentos de tensión que se vivieron allí "fue solo una foto fija de diez segundos" y que salvo el lanzamiento de alguna botella contra la policía "por parte de algunos miembros de grupos antisistema", no se produjeron incidentes.

Posteriormente, las protestas de algunos manifestantes se trasladaron a la plaza de la Glorieta, sede del Gobierno municipal, llegando a cortar la Gran Vía.

Y es que, según subrayan desde la Delegación del Gobierno, los momentos de tensión que se pudieron vivir durante las protestas, no fueron provocados por los vecinos sino por algunos miembros de grupos antisistema.

En este punto, la Plataforma Pro Soterramiento se ha desmarcado de los posibles comportamientos violentos que pudieran vivirse ayer y han anunciado a través de su portavoz, Joaquín Contreras, que las movilizaciones se van a seguir produciendo a diario, la próxima de ellas este mismo sábado.