A las 12.00 horas, el Cipotegato ha salido de la Casa Consistorial bajo una intensa lluvia de tomates, lanzados por miles de personas que se han congregado en la localidad zaragozana. Juan Ortega ha completado en poco tiempo su carrera pese a haber elegido un recorrido largo.

En concreto, tras 13 minutos ha llegado a la plaza España y su ascenso al monolito en honor al Cipotegato ha desatado la euforia de los presentes que lo han recibido al grito de '¡Cipote, Cipote!'. "Ha sido maravilloso, es un momento tan especial que es indescriptible, durante este año lo he imaginado muchas veces, pero la realidad supera los sueños", ha explicado Ortega que llevaba diez años esperando ser elegido para representar a este personaje.

Ha señalado que ha vivido con mucha emoción su carrera con dos momentos muy especiales: uno en la iglesia de San Miguel como homenaje al sacerdote Jacinto fallecido recientemente y otro en Los Laureles en la casa donde viven sus abuelos.

"No hay una manera mejor de arrancar las fiestas que con la salida del Cipotegato y la explosión que se produce a su llegada con una plaza abarrotada, congregando cada año a más gente", ha matizado el alcalde de Tarazona, Luis María Beamonte.

En este punto, ha expresado su deseo de que las fiestas transcurran con tranquilidad, civismo y alegría, al tiempo que ha destacado la importante apuesta que se hace desde el Ayuntamiento para elaborar la programación de las fiestas con actos para todas las edades.

Por su parte, el concejal de Festejos, Julio Gracia, ha evidenciado la proyección exterior y la visibilidad de Tarazona con este evento, declarado Fiesta de Interés Turístico Nacional desde 2009.

Después de la apertura de las celebraciones con el Cipotegato, quedan por delante seis de fiestas donde no faltarán los espectáculos musicales, el teatro, las actividades infantiles, los festejos taurinos populares o los actos más tradicionales como el homenaje al Cipotegato, la Ofrenda de Flores y Frutos y la Procesión de la Santa Reliquia de Santa Atilano.