A las 08.45 horas, se solicitó una patrulla policial en la Plaza de Indautxu de la capital vizcaína, donde una mujer aseguró que, al bajar las escaleras, un varón se le había abalanzado, agarrándola con violencia a la altura del pecho. La víctima consiguió zafarse del agresor, que se dio a la fuga. Según varios testimonios, otra mujer habría sufrido tocamientos por parte del mismo individuo en el mismo lugar.

Transcurridos unos veinte minutos, una llamada telefónica advirtió a la Ertzaintza de la presencia de un varón en un inmueble de la avenida del Ferrocarril. Un hombre había entrado en un portal detrás de una mujer, persiguiéndola por las escaleras hasta la segunda planta, sin conseguir alcanzarla. Un testigo vio que el varón se llegaba a bajar los pantalones.

Agentes de la Policía vasca le localizaron en las escaleras del inmueble y comprobaron que respondía a la descripción del sospechoso de las primeras agresiones en Indautxu. Los ertzainas procedieron a su detención por varios delitos contra la libertad sexual.