Después de haber probado sin éxito todo tipo de métodos contra las invasiones de pájaros, una ciudad de Australia ha decidido recurrir a las serpientes de juguete.

La población de Tarnworth ha sufrido durante años las plagas de especies especialmente ruidosas que ensucian el lugar y molestan a los vecinos. Para evitarlas, ya han empleado cañones de agua, focos de luz y sonidos e, incluso, redes de caza.

"Un hombre vino al Ayuntamiento el otro día para donar una. Supongo que pensó que íbamos a necesitar más", explica un funcionario del Consistorio de Tarnworth.

El municipio espera que los reptiles de mentira, que se han comprado de varios colores, engañen y asusten a los pájaros, algo de lo que dudan los biólogos, quienes aseguran que las aves son, para esto, más inteligentes que los humanos.

"Se darán cuenta en el primer minuto cuando vean que las serpientes no se mueven", asegura el experto John Dengate.