En opinión de García Vicente, la carretera también es un espacio para la convivencia y el respeto, lo cual se manifiesta mediante el cumplimiento de las normas de circulación, buenas prácticas adecuadas al vehículo que se maneja y prevención.

Respetar los límites de velocidad, las señales de adelantamiento, la distancia entre los vehículos y no conducir si se ha bebido, son normas básicas para garantizar la seguridad de los usuarios de las carreteras. A ellas, hay que sumar el adecuado mantenimiento de los vehículos y, en el caso concreto de los ciclistas, una equipación adecuada que incluya el casco, con elementos que refuercen la visibilidad.

Tal y como refleja un informe elaborado por el Justiciazgo titulado 'Violencia vial' el factor humano, en concreto, la velocidad excesiva, las distracciones y la alcoholemia, está presente en la mayoría de los accidentes de tráfico.

Según datos provisionales de la Dirección General de Tráfico, los accidentes mortales en vías interurbanas de Aragón en 2017, contabilizados hasta el 19 de julio, ascienden a 27, nueve más que todo el año 2016, con un total de 28 personas fallecidas.

Ante estas cifras, que pueden estar relacionadas con el aumento general del tráfico en las carreteras, el Justicia de Aragón, Fernando García Vicente, ha hecho un llamamiento a la sociedad en general a no bajar la guardia y en concreto a las Administraciones, para que sigan insistiendo en la sensibilización social sin olvidar los necesarios esfuerzos en el mantenimiento de las carreteras y en la prevención y gestión de los puntos negros.