Oficialistas y críticos de En Marea han plasmado en los textos que se debatirán en el plenario del próximo sábado sus diferencias en lo relativo al estatus político de Galicia y a su relación con el Estado en el marco de la financiación autonómica.

En concreto, el sector que capitanea el portavoz, Luís Villares, señala que el modelo actual está "directamente vinculado" con el diseño del Estado y aboga por un sistema "de naturaleza federal o confederal que nazca de un acuerdo en pie de igualdad entre las comunidades autónomas y el Gobierno central".

En cambio, los agrupados bajo el epígrafe 'Recuperar En Marea' reconocen a Galicia como "nación" y descartan "reformar" el sistema, partidarios de "romperlo" para "romper con la subordinación" existente y avanzar por el camino de "la plena soberanía fiscal".

VISIÓN FEDERAL

También el sector 'oficial' apuesta por "cambiar el modelo" y reclama otro que asegure la "suficiencia" de recursos para mantener los servicios públicos, la "soberanía fiscal", la "cohesión territorial" y la "solidaridad" en "un marco compartido de corresponsabilidad".

Es por ello que, entre otras propuestas relativas a "combatir la desfiscalización" de la riqueza y a "cambiar" el procedimiento de estimación de los ingresos y los anticipos a cuenta del Estado, plantea desarrollar "una agencia tributaria consorciada" entre el ente autonómico y el central.

Se trata, por tanto, de "gestionar de forma conjunta" impuestos propios y cedidos, a fin de lograr "más eficacia recaudatoria" por un lado y de asegurar "la capacidad real de la Xunta para participar en la gestión tributaria en pie de igualdad con el Estado".

VISIÓN NACIONALISTA

Del otro lado, se someterá a la consideración del plenario una enmienda que rechaza la idea de que "el actual modelo de financiación es el mejor de los mundos posibles".

"Las fuerzas del régimen defienden (...) el mito de la Galicia subsidiada, el de la dependencia, basadas en unas balanzas fiscales que demuestran los efectos de la subordinación de Galicia a las políticas centralistas y los perversos efectos territoriales del actual sistema", sostienen los críticos en su texto.

Además, censuran "los discursos que contraponen la soberanía de las naciones para gestionar sus recursos con la solidaridad", pues "están defendiendo un modelo insolidario" que "subordina" a Galicia frente a intereses "oligárquicos y centralistas".

Frente a ello, proponen un sistema de financiación que contemple "una mayor soberanía fiscal de Galicia" y "una mayor capacidad de financiación", mientras aspiran a que el reparto de fondos se haga de un modo "redistributivo y justo" a fin de combatir las "crecientes" desigualdades sociales.

Su modelo se basa en "la plena soberanía de Galicia", aunque prevé el diseño de "mecanismos de solidaridad" a través de la "relación entre iguales de las naciones del Estado" mientras éste "subsista".