Al amanecer ha habido carreras con cuatro toros de la ganadería de Teodoro Adell, de Castellote, que han vuelto a salir a las 18.00 horas por la plaza del Torico y las calles del centro, primero por el Tozal, con 'soga y baga', y después sueltos con solo una soga.

Los toros correrán hasta las 21.00 horas con un descanso para la merienda y con la traca final, la peña 'Nos han soltao' devolverá a la alcaldesa, Emma Buj, el pañuelico rojo que lleva el Torico desde este sábado.

TRADICIÓN

Durante siglos se ha llevado a las reses al matadero en pueblos y ciudades siendo una práctica lúdica que fue prohibida en la capital turolense en la segunda mitad del siglo XVIII. En el XIX, los contratistas de carne ofrecían un toro al Ayuntamiento, que trasladaban desde las carnicerías altas a las bajas acompañados por los mozos por el centro de la ciudad, maltratándolos con navajas y lanzas.

Con motivo de la festividad del Ángel Custodio, el toro era sacrificado y su carne repartida entre las clases populares, los presos y los pobres. Aún en la actualidad, una porción de la carne del animal se distribuye a quienes llevan la soga y la baga como pago por su trabajo.