La escultura proviene del proyecto de veladas artísticas y medioambientales desarrolladas en el verano de 2016 en los sotos de la ribera del Ebro en Utebo.

Mediante esta obra el autor reflexiona sobre las consecuencias que está teniendo en el medio ambiente la subida general de temperaturas y que, en palabras del artista, "nos adentran en un escenario imprevisible que comienza a dar señales catastróficas en todos los rincones del planeta".

"1900 1,2 ºC" hace referencia al periodo en el que se comienza a tener registros, gracias a tecnología homologada, de la temperatura del planeta, que a finales del 2016 subió 1,2 ºC por encima de niveles preindustriales.

A través del tratamiento de este gran tronco ribereño evoca el sometimiento del entorno natural por el ser humano y en este viaje obligado el árbol pierde su piel natural que se ve sustituida por una pátina alumínica industrial.

El origen del tronco está en el bosque ribereño del Canal Imperial de Aragón, de donde Nacho Arantegui lo rescata tras ser arrancado por motivos de seguridad. Tras su limpieza, lijado y definición de forma y volumen es recubierto con láminas de aluminio 100% reciclado.

El director general de Cultura y Patrimonio del Gobierno de Aragón, Nacho Escuín, ha asistido a la presentación de la obra, acompañado por el propio artista y el director del museo, Julio Ramón. Para Escuín es una verdadera satisfacción recibir esta pieza en el IAACC Pablo Serrano, una escultura que "reivindica la fusión del arte con la naturaleza y las raíces que todos los artistas poseen con el medio natural".

CREADOR

El zaragozano Nacho Arantegui, creador de experiencias artísticas y medioambientales, comienza su formación artística en la Escuela de Artes de Zaragoza, donde cursa Artes Aplicadas a la Escultura.

Posteriormente ingresa en la Facultad de Bellas Artes de Altea- Alicante, para después continuar sus estudios en la Facultad de Bellas Artes de Cuenca. Recibió la Beca SÉNECA del programa SICUE y finalizó sus estudios en la UB, Facultad de Bellas Artes de Barcelona.

Su obra se basa principalmente en la interacción con los espacios naturales. En los últimos años ha desarrollado su trabajo en las riberas del Ebro.

En palabras del autor "la simbiosis arte y naturaleza significa principalmente mantener un vínculo espiritual y emocional con la Madre Tierra, es aprender a apreciar y a disfrutar de la belleza del entorno natural, buscar la aventura y la libertad dentro del marco de la sociedad actual y no dejar de explorar el territorio de mi propia alma", ha informado el Gobierno de Aragón en una nota de prensa.