Las primeras hipótesis de los expertos que investigan la explosión registrada la pasada madrugada en Cangas (Pontevedra) apuntan a que el artefacto está compuesto por entre 4 y 5 kilos de cloratita, según informaron a Europa Press fuentes de la investigación a la vista de los daños materiales que provocó la honda expansiva del estallido.

Los analistas del TEDAX ya han tomado muestras de la zona donde se registró la explosión, el barrio de O Forte, para realizar los primeros análisis, que tendrán que ser posteriormente ratificados con una investigación más a fondo.

Casero

No obstante, las fuentes consultadas señalaron que, "por el tipo de explosión y la inspección ocular de los efectos que provocó", el artefacto podría estar compuesto por "entre 4 y 5 kilos de cloratita", una aleación de clorato potásico, azufre y azúcar que "puede fabricarse caseramente", según explicaron.

Las fuentes consultadas por Europa Press señalaron que "a priori, la acción parece más de lo mismo dentro del entorno radical", en referencia a otras acciones reivindicadas por el grupo independentista Resistencia Galega, que en otros casos ya empleó el componente cloratita.

Segundo caso en Cangas

El de hoy es el segundo artefacto explosivo que se registra en el municipio de Cangas, después de que el pasado 9 de mayo, artificieros de la Guardia Civil realizasen una detonación controlada de un explosivo hallado dentro de una olla exprés colocada en una construcción de la parroquia de Darbo.

En aquella ocasión, junto a la olla exprés que contenía un artefacto casero se encontró una nota que reivindicaba la autoría del grupo independentista Resistencia Galega, que a finales del mes de marzo ya habían utilizado un método similar en otra obra en construcción en la parroquia de A Ramallosa, en el municipio pontevedrés de Nigrán.

Cuantiosos daños

La detonación, que se registró en torno a las 2.30 horas de la pasada madrugada, provocó cuantiosos daños materiales y dejó "totalmente arrasada" la inmobiliaria, "con innumerables desperfectos tanto en la fachada como en el interior", según el parte de la Policía Local de Cangas.

Además, también provocó "numerosos desperfectos" en la cafetería 'Casablanca', ubicada en las inmediaciones, y en tres inmuebles de la zona --los números 2 y 5 de la calle Felix Ozámiz y el número 3 de la calle Xoán de Cangas--, que presentan cristales rotos y daños en puertas y ventanas.

El delegado del Gobierno, Manuel Ameijeiras, ya se ha trasladado hasta Cangas, donde también está el subdelegado en Pontevedra, Delfín Fernández, que tenía de antemano ya tenía prevista una visita a este municipio pontevedrés para presidir la junta local de seguridad.

Los vecinos, asustados 

Una de las vecinas afectadas por la explosión que se produjo esta madrugada en una inmobiliaria en la localidad pontevedresa de Cangas do Morrazo subrayó la "intensidad" de la deflagración "que voló cristales y marcos de las ventanas" y provocó un "fortísimo olor a pólvora".

María Paz García, quien reside en el barrio de O Forte, en Cangas, se despertó sobresaltada hacia las 2.30 horas de hoy cuando escuchó un estallido procedente de una inmobiliaria situada en el bajo del edificio que está frente al que vive. Y, según relató a los medios de comunicación, "lo primero fue pensar en un escape de gas".

Esta vecina manifestó que el impacto de la onda expansiva fue "horroroso" y que los daños son "muy cuantiosos".

De hecho reconoció su "sorpresa" por el hecho de que dicha onda consiguiese arrancar los marcos de las ventanas y empujarlos hacia el otro lado de la pared de la vivienda.

Asimismo, confirmó que a los pocos minutos de registrarse el suceso se presentaron en el lugar efectivos de la Guardia Civil y de los Bomberos de O Morrazo, quienes la desalojaron a ella y a su marido, así como a su madre de 81 años y a la hija del matrimonio, una niña de 5 años.

La familia de María Paz García pasó la noche en casa de un familiar y, además, como consecuencia de los efectos de la explosión también fue desalojado otro matrimonio de personas mayores que fueron instalados en el Hotel Jucamar, de la localidad de Cangas.

María Paz García admitió que espera poder regresar hoy a su casa, aunque reconoció que las Fuerzas de Seguridad del Estado no se lo han podido garantizar debido a los desperfectos y al riesgo de desprendimiento de cristales y otros elementos que resultaron dañados.

Cómo fue

Agentes del TEDAX están recogiendo muestras de los restos del artefacto que hizo explosión esta madrugada en el barrio de O Forte, en una zona céntrica de la villa y en las proximidades del Ayuntamiento de Cangas.

Según la Policía Local, el artefacto fue colocado adosado a una ventana de la inmobiliaria "Morrazo", ubicada en el número 4 de la calle Felix Ozámiz, situada entre la sede del Ayuntamiento de Cangas y la Casa da Cultura, en frente de la playa de Rodeira.

Se trata de un negocio familiar que lleva abierto unos ocho años y que, según fuentes vinculadas a la propiedad, nunca ha recibido amenazas ni parece que haya un motivo para que se trate de un ataque personal.

Sin enemigos

Yolanda Chapela, hija del dueño de la inmobiliaria donde hoy se produjo una explosión en la localidad pontevedresa de Cangas, dijo desconocer razón alguna para el atentado contra la oficina, pues "no tenemos enemigos", declaró a los periodistas en la proximidades del inmueble.

Añadió que la inmobiliaria lleva seis años trabajando en Cangas y reiteró que no se explican lo ocurrido.

El artefacto que explotó sobre las 2.25 horas de esta madrugada en las oficinas de una inmobiliaria en la localidad pontevedresa de Cangas estaba compuesto por entre cuatro y cinco kilos de cloratita, informaron a Efe fuentes de la investigación.

¿Atentado?

Por otra parte, el informe policial entregado a los medios confirma la hora de la explosión, que la inmobiliaria ha sufrido "cuantiosos daños" y "está totalmente destrozada" y que, en un principio, los agentes pensaron que se trataba de "un atentado terrorista".

Desde primera hora de la mañana, a medida que la población se ha enterado de lo sucedido, varias decenas de vecinos se han concentrado alrededor de la inmobiliaria, que se encuentra en el centro de Cangas, detrás de la casa consistorial.

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