El Ajuntament de Barcelona ha precintado los trabajos de rehabilitación que se llevan a cabo en el Hotel Princesa Sofía de la ciudad después de detectar que no disponían de la licencia de obras pertinente.

Así lo ha asegurado Agustí Colom, regidor d'Empresa i Turisme y responsable del distrito de Les Corts, que ha explicado que los hechos tuvieron lugar el pasado 3 de mayo.

En las últimas semanas los propietarios del establecimiento, que pertenece al grupo Selenta, han presentado toda la documentación requerida para poder obtener las licencias adecuadas y la previsión es que en un plazo de 10 días pueda retomarse la actividad.

Paralelamente, el consistorio ha abierto un expediente a la compañía que de acuerdo con la ley de Urbanismo contempla multas de hasta 3.000 euros.

Según ha explicado Colom, las alarmas se activaron el pasado 27 de enero después de que se produjera un accidente laboral que dejó a tres trabajadores heridos. "Intervino Inspecció de Trebal, los Mossos d'Esquadra y también personal técnico del Ajuntament y comprobaron que se estaba realizando un proceso de rehabilitación del hotel sin tener la correspondiente licencia", ha comentado el regidor.

En esta línea, ha apuntado que la empresa solo disponía de comunicados de obras, que son unos trámites que se utilizan para actuaciones menores y que no permiten el nivel de rehabilitación que se estaba efectuando. "Se abrió un expediente y se hizo notificar a la empresa", comenta Colom que asegura que aunque en un primer momento los trabajos se pararon, poco después el Ajuntament detectó que las obras se habían retomado. Entonces, el 3 de mayo se hizo el precinto definitivo.

La empresa presentó alegaciones que fueron desestimadas y se inició el trámite de presentación de la licencia. "Hace pocos días presentaron los últimos documentos para solucionar una serie de deficiencias técnicas que no estaban resueltas", comenta el regidor, que indica que si no hay contratiempos en un plazo de 10 días el Hotel tendría que poder obtener los permisos y retomar así su actividad.

Colom ha explicado que aunque los trabajos de rehabilitación global del edificio se han parado, sí que se ha permitido a los responsables del establecimiento seguir desarrollando unas actuaciones de menor impacto en la planta inferior. "Entendemos que la planta baja queda aislada del resto y que sí que podían hacerse las actuaciones con el comunicado que se había presentado", indica el regidor, que remarca que en el caso de obras de mayor envergadura son necesarios "muchos más elementos de seguridad".

En lo referente al expediente que se ha abierto, el regidor ha señalado que se trata de un procedimiento administrativo que contempla sanciones que pueden llegaar a los 3.000 euros de acuerdo con lo que establece la ley de Urbanismo.