La concentración ha tenido lugar este miércoles en la plaza de los Pinazos de València, donde los miembros de la plataforma, vestidos de negro y con carteles reivindicativos colgados en el pecho y la espalda han reflejado que "en la zona 0 -en referencia al Cabanyal-Canyamelar- no se están respetando los derechos fundamentales de las personas porque no hay derecho al descanso ni a la intimidad en el propio domicilio, al tiempo que está afectando a la salud de las personas", tal y como ha apuntado Faustino Villora, portavoz de la plataforma.

De este modo, han arrojado al suelo botellas de vidrio, latas de cerveza, bolsas de plástico, ropa y basura en general, al tiempo que han colocado altavoces con música muy elevada con el fin de reflejar esta problemática, como son las condiciones de higiene y los motivos del poco descanso de los vecinos.

Asimismo, han realizado una hoguera dentro de una carretilla con carbón y trozos de cartón, donde han simulado la realización de una barbacoa con chorizo y embutido, y que ha acabado por impregnar el ambiente de la plaza de un olor que, a juicio de Villora, "todos los días hay en el barrio".

"Hemos elegido este sitio porque es emblemático, y lo que estamos haciendo nos dejan hacerlo porque es una 'performance', pero son cosas que no dejarían que pasaran aquí y que están pasando todos los días en el Cabanyal", ha apostillado el portavoz.

De este modo, también han golpeado sartenes y piezas de hierro y aluminio con martillos con el fin de simular el problema acústico y la chatarrería que se acumula en el barrio. También han colocado tendederos con ropa colgada y gallinas de cartón, simulando la situación que viven en el barrio valenciano.

Durante la concentración, los vecinos también han cantado su versión de la canción 'Despacito', la cual han titulado como 'Rapidito': "Rapidito, quiero que mi barrio cambie rapidito, que haya convivencia entre los vecinos, para que la vida no sea un suplicio; rapidito, quiero ver en las esquinas charrando al vecino en vez de droga y malos tipos, quiero ser testigo del final de los solares y edificios derruidos".

Finalmente, Villora ha apuntado que el consistorio de València "ha confiado todo en la reurbanización de las calles o a la revitalización urbanística, y el problema es que la cohesión social y la vida en la calle tiene un tiempo y una metodología completamente diferente a los proyectos urbanísticos", y por eso, ha apuntado, "no se avanza". "Si han hecho alguna cosa, la tienen que calificar como fracaso total y absoluto", ha concluido.