Trump dice en Cisjordania que la paz no puede surgir donde la violencia "es recompensada"

El presidente palestino, Mahmud Abás, y su homólogo estadounidense, Donald Trump, en Cisjordania.
El presidente palestino, Mahmud Abás, y su homólogo estadounidense, Donald Trump, en Cisjordania.
FADI AROURI / EFE
El presidente palestino, Mahmud Abás, y su homólogo estadounidense, Donald Trump, en Cisjordania.

El presidente de EEUU, Donald Trump, ha dicho este martes en Belén (Cisjordana) en una conferencia de prensa conjunta con su homólogo palestino, Mahmud Abás, que la paz no puede surgir donde se recompensa la violencia.

"La paz nunca puede arraigar en un lugar donde la violencia es tolerada, financiada e incluso recompensada", señaló el mandatario estadounidense, en una posible crítica a la forma en que la Autoridad Nacional Palestina apoya a los palestinos encarcelados por cometer ataques contra israelíes.

Trump, sin embargo, resaltó también que Abás "se ha comprometido a tomar medidas firmes y necesarias para luchar contra el terrorismo". En la comparecencia, en la que no hubo preguntas, los dos mandatarios se refirieron al ataque en Manchester (Reino Unido), que causó 22 muertos y 59 heridos.

Abás dio la bienvenida a su huésped y le agradeció sus esfuerzos en pos de la paz. Se refirió a la "histórica visita" de su homólogo a la "Jerusalén ocupada" del día anterior y dijo que el conflicto en la región no es entre religiones: "nuestro problema fundamental es con la ocupación y con los asentamientos y con el rechazo de Israel de reconocer el Estado palestino".

"El problema no está entre nosotros y el judaísmo, el problema es entre nosotros y la ocupación", sentenció, antes de reiterar el compromiso de su pueblo para lograr un "acuerdo de paz histórico" y colaborar en la lucha antiterrorista.

"Le reafirmamos nuestra posición de aceptar la solución de dos estados a lo largo de las fronteras de 1967, el de Palestina con su capital en Jerusalén Este, viviendo al lado del de Israel, en paz y seguridad y como buenos vecinos, así como la resolución de todos los asuntos del estatuto final, en base a la legislación internacional y las soluciones y acuerdos internacionales legítimos", declaró.

Trump afirmó, en relación a los esfuerzos de paz: "El presidente Abás me ha asegurado que está dispuesto a trabajar hacia ese objetivo en buena fe y el primer ministro (israelí Benjamin) Netanyahu me ha prometido lo mismo. Estoy deseando trabajar con estos líderes hacia una paz duradera".

Abás cerró su comparecencia con una frase en inglés: "Entrará en la Historia, el presidente Donald Trump será el presidente norteamericano que alcance la paz entre israelíes y palestinos".

El "Hombre de la Paz"

Trump llegó poco antes a la ciudad para entrevistarse con Abás y tratar sobre las posibilidades de reiniciar un proceso de paz con Israel. La comitiva oficial llegó a la Muqata, el palacio presidencial, a las 09.58, hora local (06.58 GMT).

Los vehículos de la comitiva redujeron la velocidad cuando se acercaban al puesto de control militar israelí de la Tumba de Raquel y, tras cruzarlo, recorrieron la avenida decorada con banderas palestinas y estadounidenses y con carteles con la imagen de Trump y Abás y el mensaje: "La Ciudad de la Paz da la bienvenida al Hombre de la Paz".

"La presencia de seguridad a lo largo de la ruta hacia Cisjordania era sobresaliente, incluso para los estándares habituales de protección presidencial", aseguró un periodista que viaja con la comitiva. Para llegar a Belén, la comitiva oficial estadounidense tuvo que cruzar el puesto de control militar israelí a las afueras de la ciudad, que Trump atravesó en su vehículo oficial, "La Bestia".

Los principales accesos de seguridad amanecían este martes con un enorme dispositivo de seguridad y la Policía palestina había cortado totalmente el tráfico rodado a lo largo de la principal avenida que cruza la urbe (la carretera Jerusalén-Hebrón) y varias calles adyacentes. Alrededor de 2.000 agentes palestinos participan en las labores para garantizar la seguridad.

Trump no visitará la Basílica de la Natividad donde la tradición sitúa el nacimiento de Jesús. Se espera que en su conversación de este martes, que durará menos de una hora, Trump inste a Abás a sentarse de nuevo a negociar la paz con los israelíes.

En repetidas ocasiones, el presidente estadounidense había señalado que alcanzar la paz en la región "no es tan difícil como parece", pero ahora ha cambiado este discurso en Jerusalén para admitir que es una tarea complicada.

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