El objetivo es que "se recoja de forma clara las condiciones excepcionales en instalaciones, equipamiento y servicios que habrán de reunir los hoteles de cinco estrellas para obtener el calificativo de gran lujo".

El concejal de Turismo, Julio Andrade, ha informado de que el Plan Estratégico de Turismo 2016-2020 recoge entre sus grandes líneas estratégicas la necesidad de incluir un segmento de lujo en el portafolio de la oferta turística de Málaga. No obstante, ha añadido que tras la apertura, el pasado diciembre, del Gran Hotel Miramar, "la ciudad viene dibujando con más fuerza que nunca una imagen de destino en el cual el segmento de lujo pude poner objetivo".

"Uniendo esta nueva oferta de alojamiento a la oferta cultural, gastronómica o de ocio existente, a la cual habría que dar cierta orientación hacia los hábitos de consumo de ese segmento, podemos, finalmente, lograr buen posicionamiento de la ciudad en ese mercado tan competitivo y anhelado", ha señalado, al tiempo que ha añadido que, por ello, en los últimos ejercicios el Área de Turismo del Ayuntamiento "viene haciendo un nuevo esfuerzo por promocionar la ciudad entre los potenciales clientes de este segmento".

Ha incidido en que la ciudad "está trabajando" en la elaboración de un dossier con toda la oferta de lujo del destino y ha recordado que se ha incluido las grandes ferias de este segmento en su calendario de promociones desarrollado en el Plan director, que contempla también la organización de viajes de familiarización y prensa específicos, así como acuerdo de colaboración y marketing con las principales compañías del sector.

No obstante, ha lamentado que esta apuesta "se está viendo frenada debido a la parálisis de la Junta, que desde hace siete años no ha actualizado la clasificación hotelera de la comunidad autónoma".

Desde el PP en el Ayuntamiento consideran que "esta ausencia de normativa que clarifique las exigencias ha provocado situaciones tan incongruentes como que el Gran Hotel Miramar no pueda lucir la clasificación de Gran Lujo, pese a que la propia Junta obligaba a la empresa a la que se adjudicó el concurso público este proyecto que tenía categoría del establecimiento fuese esa".

Además, han añadido, "la ausencia de esta categoría puede poner en riesgo la apuesta de nuevas inversiones hoteleras", abogando, por tanto, por "defender la calidad turística de nuestro destino".