Cataluña necesita 1.000 donaciones de sangre al día y algún producto sanguíneo cada tres segundos, cifras que dependen tanto de la solidaridad de los ciudadanos como de facilitar a los donantes la infraestructura necesaria para hacerlo de forma fácil y cómoda y con garantías de que esta sangre salve vidas en los hospitales.

En 2016, se realizaron un total de 243.023 donaciones de sangre en Cataluña, según datos facilitados por el Banc de Sang i Teixits. Fueron un 1,91% menos que las contabilizadas en el año 2015 (247.757). Los donantes también bajaron ligeramente, de 188.640 en 2015 a 186.670 en 2016 (un 1,04% menos).

El objetivo del Banc, que también lo es de cordón umbilical, de tejidos y de leche materna, es que las donaciones sean las que necesitan los hospitales en cada momento, ni más ni menos, porque la sangre caduca a los 42 días. En periodos de cambio de hábitos diarios entre los ciudadanos, como en verano y en Navidad, se dona entre un 25% y un 30% menos, y es cuando se hace más necesario donar.

Por contra, en 2016 aumentaron en un 7% los 'jóvenes de 18 a 25 años que donaban por primera vez. Estos supusieron ese mismo año 27.220 personas (15.605 mujeres y 11.615 hombres) mientras que en 2015 donaron 25.860 jóvenes de esta franja de edad (14.557 mujeres y 11.303 hombres).

Aunque no existen cifras oficiales que apoyen esta tesis, desde el Banc de Sang creen que este incremento de donantes jóvenes se debe al éxito alcanzado por las campañas de sensibilización que se llevan a cabo en escuelas e institutos. Fruto de las mismas, sí que se puede afirmar con datos en la mano que, durante 2015, la cifra de ciudadanos que donaron sangre por primera vez pasó de 33.000 a 35.000 personas, un 6,06% más.

"Es muy importante que los jóvenes tomen el relevo de la gente que por edad o por enfermedades ya no pueden donar sangre", explica el director asistencial del Banc de Sang, Enric Contreras.

Los catalanes que más sangre donan tienen entre 36 y 55 años, un grupo generacional de donantes que sobrepasó los 100.000 en 2015 (100.233) y que en 2016 se quedó a las puertas de esa cifra (97.676). Le siguen a este colectivo el de las personas de entre 56 y 65 años, 31.062 en 2015 y 30.859 en 2016; las de entre 26 y 35 años (27.822 en 2015 y 27.149 en 2016) y por último, los mayores de 65 años (3.663 en 2015 y 3.766 a lo largo de 2016) porque, al revés de lo que afirma la creencia popular, sí que pueden ser donantes de sangre si cumplen una serie de requisitos especiales.

Como normal general, no obstante, se ha tener entre 18 y 65 años y pesar más de 50 kilos. Puedes donar aunque hayas padecido hepatitis antes de los 12 años de edad, aunque no estés en ayunas, a pesar de tener el colesterol alto e independientemente de tomar muchos de los medicamentos de prescripción más frecuente.

Además, en Cataluña hay más de un centenar de donantes conocidos como centenarios no por su edad, sino porque han donado en más de cien ocasiones a lo largo de su vida. Y entre ellos, Antoni Cortés, un tarraconense de 65 años que ha donado en 124 ocasiones.

El decano es Josep Maria Callís, con 98 años ya cumplidos, que donó con frecuencia entre los 18 y los 65 años.Comenzó a hacerlo en las trincheras, exactamente, en el frente republicano de la Batalla del Ebro durante la Guerra Civil Española, donando hasta dos veces al mes en aquella situación extrema (a día de hoy se recomienda un máximo de cuatro donaciones anuales para los hombres y de tres para las mujeres). Suyo es el carnet que lo acredita como el primer donante de Catalunya.

A nivel estatal, Cataluña registró en 2015 un índice de 34,21 donaciones por cada mil habitantes, lo que la colocó en decimotercera posición y por debajo de la media estatal (36,64). Extremadura fue la autonomía más solidaria con 45,36 donaciones de sangre por cada millar de habitantes y Melilla ocupó el último puesto, con 17, según datos extraídos de la estadística nacional sobre donación de sangre de la Federación Española de Donantes de Sangre.