Rosa María Calaf certifica "los horrores" que se critican en la exposición 'Mujeres en el laberinto'

  • MÁLAGA, 28 (EUROPA PRESS)
Rosa María Calaf en exposición en Málaga
Rosa María Calaf en exposición en Málaga
EUROPA PRESS/ UMA
Rosa María Calaf en exposición en Málaga

La periodista Rosa María Calaf ha pronunciado una conferencia en el salón de actos del Rectorado de la Universidad de Málaga (UMA), como actividad complementaria de la exposición 'Mujeres en el Laberinto', que se puede visitar en las salas de exposiciones del Rectorado, y donde ha certificado "los horrores" se critican en la muestra.

En su charla, titulada 'Ser mujer en el Congo: La dignidad arrebatada', ha expuesto la realidad oculta del país centro africano que suma "más de cinco millones de muertos en una guerra sin fin y de la que apenas se habla".

Además, ha explicado "la terrible paradoja" que sufren los habitantes de uno de los países más ricos de África en recursos naturales y más pobres del mundo en renta por habitante y ha identificado tanto a las víctimas como a los culpables de la situación.

La exposición 'Mujeres en el Laberinto' se inauguró el pasado día 3 y se podrá visitar hasta el día 8 de abril. La muestra está compuesta por 22 fotografías de gran formato, la mayoría centradas en Emiliane, Charlote, Justine, Tuliya y sus familias; las víctimas de este expolio.

Asimismo, también hay un pequeño espacio para dejar constancia de los responsables directos de esta realidad que viven las mujeres y las niñas en la zona este de la República Democrática del Congo: las riquezas causantes de su extrema miseria -diamantes, oro, petróleo, gas o coltán- y los chamanes que utilizan la confianza que tienen en ellos sus paisanos y las supersticiones que se extienden por todo el planeta para sacar beneficio a prácticas execrables como la hematomancia.

Rosa María Calaf ha reafirmado con su testimonio la denuncia que Concha Casajús y Paco Negre trasmiten con sus imágenes. "Me parece muy acertado todo, desde las imágenes en sí mismas, como el título de la exposición y del diaporama con el que se ha abierto este acto", ha explicado.

El montaje de diapositivas es una obra de Concha Casajús titulada 'Mujeres que rompieron el silencio' con el que la fotógrafa rinde homenaje a las protagonistas de la exposición, mujeres que se atrevieron a romper el silencio y exponer en público sus historias con la esperanza de que no haya más mujeres, ni más familias expuestas a situaciones de violencia extrema.

A la hora de señalar responsabilidades, Rosa María Calaf, ha apuntado, en primer lugar, a las autoridades y a los señores de la guerra locales que "someten a sus propios conciudadanos a sufrimientos inhumanos para acumular riqueza" y ha puesto al mismo nivel "a los propietarios de las multinacionales que alientan, sufragan o animan estos derramamientos de sangre para obtener las materias primas a precio barato y ampliar sus cuentas de beneficios" y a "los medios de comunicación que ocultan de manera deliberada lo que está ocurriendo, faltando a una de las principales obligaciones del periodismo que es desvelar lo que está oculto, lo que se trata de esconder".

"Incluso -ha continuado- los ciudadanos occidentales tenemos nuestra cuota de responsabilidad por no hacernos preguntas incómodas; no al mismo nivel que los caciques locales, ni que los burócratas de las multinacionales, ni que los propietarios de los medios, pero tenemos una parte de responsabilidad y, sobre todo, tenemos en nuestras manos el cambio de enfoque de la realidad".

Calaf ha insistido en que "podemos forzar que el ser humano sea el centro de la actividad política y económica en lugar del beneficio económico que, a día de hoy, es el motor de esta sociedad tan injusta".

"Es cierto que para poder tomar conciencia y poder forzar ese cambio de paradigma, primero tenemos que conocer la realidad que hoy nos ocultan los medios", ha agregado, al tiempo que ha añadido que "si tuviéramos ese conocimiento seríamos más los que exigiríamos poder adquirir dispositivos electrónicos manufacturados con coltán libre de sangre y es posible que hubiera más compañías que ofertaran ese tipo de productos, no como en la actualidad que yo sólo he encontrado una compañía que asegure el uso de coltán limpio y para lograr uno de sus móviles hay que apuntarse a una lista con meses de espera".

No obstante, Rosa María Calaf se ha mostrado optimista de cara al futuro, basado "en la experiencia y compromiso de muchas personas anónimas, muchas de ellas mujeres como las de la exposición, que se están jugando la vida a diario para lograr un futuro más humano".

"Mi optimismo es además un reflejo de supervivencia porque creo que si el ser humano no reacciona y modifica el rumbo, este camino nos lleva directamente a la extinción de la raza humana", ha concluido.

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