Los jóvenes cordobeses se resisten a independizarse económicamente de sus padres. El 68,7% de las personas de entre 18 y 29 años que residen en la provincia reconocen que viven gracias al dinero que les dan sus progenitores. Además, destaca el hecho de que casi el 65% de este grupo de población afirman vivir aún en casa de sus padres, según los datos de un informe realizado por la Confederación de Entidades para la Economía Social de Andalucía (Cepes-A).

Uno de los aspectos más llamativos del elevado número de cordobeses de menos de 30 años que aún permanecen en el hogar familiar es que el 54,5% de éstos no se plantean por ahora emanciparse, ya sea porque se sienten a gusto viviendo con sus padres (47,7%) o por cuestiones económicas (36,6%).

Problemas laborales

Estas dificultades para irse de casa entroncan directamente con la visión que tienen los jóvenes de la provincia sobre la situación del mercado laboral. Más del 84% de los encuestados afirman que lo tienen bastante o muy complicado para poder encontrar su primer empleo. Tan sólo los gaditanos son más pesimistas que los cordobeses en este aspecto, lo que puede estar relacionado con las elevadas tasas de paro registradas en ambas provincias.

Resulta muy relevante el hecho de que los jóvenes den más importancia a la estabilidad laboral que a un sueldo alto. Concretamente, a seis de cada diez les preocupa más tener un trabajo indefinido, mientras que algo más de un 7% prefieren tener un salario elevado, exactamente el mismo porcentaje de personas que valoran en mayor medida que el ambiente laboral sea agradable.

Precisamente, el desempleo es la mayor inquietud que mantienen los cordobeses de entre 18 y 29 años en la actualidad, junto con el acceso a la vivienda y el fenómeno de la inmigración.

Afición por el ‘botellón’

El estudio también preguntó a los jóvenes a qué dedican el tiempo libre. La mayoría –casi dos tercios– prefieren salir con sus amigos, mientras que un 47,7% opta por hacer deporte. En cuanto al botellón, un 17% reconocen que lo hacen, la segunda tasa más alta de Andalucía, superada únicamente por la de Huelva.

La política no despierta ningún interés entre el 42,7% de los jóvenes cordobeses, que se califican como de centro-izquierda.

Consumistas y trabajadores

Los malagueños son los que tienen una imagen más benigna de sí mismos.

La gran mayoría de los jóvenes andaluces coinciden en escoger «consumista» cuando se les muestra una serie de adjetivos para definir a la juventud de la que forman parte (ver tabla). Todos se sitúan entre el 83% de los onubenses que lo escogieron y el 50% de los gaditanos. Todos menos los malagueños, sólo un 8% de ellos se definen así.

Son los malagueños los que se ven a sí mismos de una manera más distinta. Ni son «rebeldes», ni «indiferentes», ni «violentos»,  adjetivos todos ellos entre los más escogidos en el resto de las provincias andaluzas. En Málaga se ven «tolerantes», sinceros y educados».

Sí coinciden con el resto al definirse como trabajadores, pero con un 81% duplican el 43% de Sevilla, la segunda provincia en la que más jóvenes lo usaron para definirse.