Según el escrito de acusaciones, al que ha tenido acceso Europa Press, el ministerio público considera que el acusado, con el ánimo de menoscabar la propiedad ajena, incendió el colchón, así como la puerta de madera del salón de la vivienda, lo que provocó que el calor y el humo se extendieran por el bloque, ocasionando daños de diversa consideración.

Por su parte, cinco agentes intervinientes adscritos a la Policía Local y Policía Nacional resultaron intoxicados por inhalación de humo.

El procesado ha estado en situación de prisión provisional por esta causa desde el 30 de mayo de 2013 hasta el 11 de febrero de 2014. Anteriormente también fue condenado por un delito de incendio a la pena de cinco años de prisión, que quedó extinguida en enero de 2011. En la actualidad se encuentra ingresado en una residencia de Daimiel.

El fiscal considera que los hechos descritos constituyen un delito de incendio y que son merecedores de una pena de ocho años de prisión, si bien, atendiendo a diversas circunstancias, solicita la medida de seguridad de internamiento en centro adecuado por un periodo de ocho años, así como que el acusado indemnice tanto a la compañía de seguros por los daños ocasionados en el inmueble, como a los policías afectados.