El hijo mayor es el principal sospechoso de la desaparición de una familia francesa

  • Los gendarmes han localizado el único coche que faltaba del domicilio familiar.
  • La familia desapareció sin dejar rastro el pasado día 16 de febrero.
  • Dejaron las camas sin sábanas y los platos en el fregadero.
  • Los desaparecidos: 14.000 casos abiertos en España.
La familia Troadec, los padres Pascal y Brigitte junto a su hijo mayor, Sèbastien, hace unos años. No hay nigún rastro de ellos desde el 16 de febrero.
La familia Troadec, los padres Pascal y Brigitte junto a su hijo mayor, Sèbastien, hace unos años. No hay nigún rastro de ellos desde el 16 de febrero.
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La familia Troadec, los padres Pascal y Brigitte junto a su hijo mayor, Sèbastien, hace unos años. No hay nigún rastro de ellos desde el 16 de febrero.

Si la de Diana Quer o la de Manuela Chavero son, entre otras muchas, algunas de las desapariciones que ocupan estos meses a las fuerzas de seguridad españolas, el país vecino, Francia, vive conmocionado por un inquietante suceso ocurrido hace poco más de 15 días, el pasado 16 de febrero.

Ese día se vio por última vez con vida a los Troadec, un matrimonio de mediana edad residente en una localidad cerca de Nantes y a sus dos hijos, Sébastien y Charlotte, de 21 y 18 años. Desde entonces es como si se los hubiera tragado la tierra. Nada. Ni rastro.

La última pista relacionada con el paradero de la familia ha sido obtenida este jueves, cuando los agentes han localizado el coche del hijo mayor, al que la policía atribuye un carácter violento, y que Sébastien usaba para ir a su academia, donde cursa estudios de informática. Ni el joven ha regresado al centro ni sus padres han acudido a sus puestos de trabajo.

El Peugeot 308, único automóvil desaparecido de la residencia familiar, ha sido encontrado en la localidad de Saint-Nazaire, a tan sólo 50 kilómetros del domicilio en Orvault de la familia.

El hallazgo del coche se suma a otro menos esperanzador realizado hace unos días por la Policía francesa. En la vivienda, los gendarmes hallaron restos de sangre. Al analizarlos, se confirmó que pertenecían al padre de familia, Pascal, a su mujer Brigitte y a su hijo Sèbastien. De la hija no se hallaron restos de ADN ni ningún material genético.

Hipótesis y pistas...

¿Qué barajan los investigadores?: Están trabajando con tres hipótesis: la desaparición (que más bien es un hecho ya que no hay noticias de ellos desde el día 16), el secuestro o el asesinato.

¿Hay alguna que cobre fuerza?: Sí. Según publican los medios franceses la Policía cree que la familia ha sido asesinada. A día de hoy barajan la posibilidad que ninguno de ellos esté con vida.

¿Puede ser una fuga voluntaria?: Puede, pero los indicios no cuadran. Cuando los investigadores acudieron a la vivienda tras ser alertados por un familiar que no lograba contactar con ninguno de ellos, vieron una escena doméstica. Los Troadec habían salido precipitadamente. La lavadora estaba puesta y la ropa estaba mojada. Cuando se fueron estaban haciendo la colada. Además, los platos estaban sucios en el fregadero y el frigorífico lleno de comida.

¿Alguna cosa rara?: Sí. Cuando registraron las habitaciones, los gendarmes vieron que las camas no tenían sábanas. Habían desaparecido.

¿Y los teléfonos móviles?: No estaban en el domicilio y todos estaban desconectados desde el viernes 17 por la mañana. Ese día el padre tenía que acudir a trabajar y no lo hizo.

¿Algún sospechoso?: Sí. Desde el principio, los investigadores desconfiaron del papel jugado por el hijo mayor, ya que su coche era el único que faltaba de la residencia familiar. Ahora, al aparecer abandonado en coche, las sospechas se incrementan.

¿Más pistas?: 24 horas antes de encontrarse el coche de Sèbastien este jueves, el miércoles, a 280 kilómetros, fueron encontrados el vestido y la carta de la seguridad social de la hermana menor de Sébastien, Charlotte, de 18 años, en la ciudad de Dirinon. En esa localidad residen los abuelos.

¿Tiene antecedentes el hijo?: Sí. Los mensajes contra su padre en las redes sociales y aquellos en los que hablaba de su muerte, que veía próxima y deseaba, le sitúan como principal sospechoso de los investigadores. El joven ya había sido condenado a trabajos de interés general por acoso y se le atribuyen, entre otras cosas, amenazas de muerte.

¿Comnportamientos extraños?: El pasado verano, el joven se había tatuado unas lágrimas bajo el ojo, concretamente tres, que en América Latina tienen un sentido muy claro: significan luto por la pérdida de un familiar. También significan que se ha pasado por la cárcel. En este caso, podrían llevar implícitos ambos sentidos, o hacer referencia a ellos para un futuro no muy lejano.

¿Familia conflictiva?: Todos los medios del país, nacionales y regionales, describen a la familia como absolutamente normal. De clase media, la hija estudiaba en un colegio religioso y los dos progenitores tenían empleo. Gozaban de una buena posición y aparentemente carecían de problemas económicos.

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