El arquitecto Santiago Calatrava, creador de la pasarela Zubi Zuri, no sólo conocía que el Ayuntamiento de Bilbao construiría un puente que conectaría la obra del urbanista valenciano con el complejo de Uribitarte, sino que, además, llegó a elaborar bocetos de cómo podía ser la continuidad peatonal.

Así lo desveló ayer el concejal bilbaíno Ibon Areso en el reconocimiento judicial de la zona, previo al juicio por el llamado Caso Calatrava , por el que el despacho del arquitecto denunció al Ayuntamiento y las dos empresas constructoras por la pasarela de Isozaki. El propio Areso explicó que Calatrava no tuvo problema alguno con el mecanotubo anterior que, asimismo, unía Zubi Zuri con Uribitarte.

El juez Edmundo Rodríguez Atxutegi, que presidirá la vista el próximo jueves en el juzgado de lo mercantil nº 1 de Bilbao, llamó ayer a las partes para comprobar sin situ sus argumentos. Y ante el juez, la propia abogada de Calatrava avaló la tesis de que Calatrava quería hacer la nueva pasarela al asegurar que lo “lógico” sería que la hubiera construido su cliente.

Pero como argumentos para sostener la denuncia, la letrada, Antonia Magadaleno, esgrimió que la pasarela ideada por el arquitecto japonés Arata Isozaki “rompe la identidad y la simetría” de la obra de Calatrava y consideró que existían “otras maneras” de continuar el itinerario peatonal sin dañar la pasarela Zubi Zuri.

Las partes demandadas –el Ayuntamiento de Bilbao y las empresas Vizcaína de Edificaciones y Lariam 95- basaron su defensa en varias cuestiones. Por un lado, aseguraron que el Plan General de Ordenación Urbana exigía la conexión de la ría con el Ensanche. Al mismo tiempo defendieron que los materiales y colores de la pasarela de Isozaki quedan difuminados y no se entremezclan con el puente de Calatrava y, además, consideraron “necesaria” la nueva pasarela para “mejorar la accesibilidad de la zona”.

El juicio se prolongará, previsiblemente, durante el jueves y el viernes. El juez tendrá que dictaminar si la pasarela de Isozaki rompe o no la imagen y la simetría de la estructura de Zubi Zuri. En es así, el Ayuntamiento bilbaíno debería pagar tres millones de euros al arquiecto valenciano.

Tengo rotura de ligamentos

La multitud de resbalones que acumulan las placas de cristal de la pasarela Zubi Zuri, aunque nada tiene que ver con el juicio, también salieron a relucir en el reconocimiento judicial. “Por culpa del puentecito yo tengo rotura de ligamentos”, gritó una señora ante el juez, los abogados y los peritos, mientras cruzaba Zubi Zuri. Aunque los propios abogados echaron mano de los viandantes para defender sus posturas. “Si no fuera por esta nueva pasarela no podría pasar esta señora”, dijo al juez el abogado del Ayuntamiento para defender la accesibilidad del puente.