Según ha informado el Instituto Armado en una nota, la cámara de seguridad fue dañada al tirarle los presuntos autores una serie de piedras, provocando la rotura de la lente. Los daños provocados en los vehículos consistían en arrancar los espejos retrovisores de los mismos.

En el robo en grado de tentativa forzaron presuntamente la cerradura de una de las puertas para acceder al interior del vehículo, siendo sorprendidos por el propietario, frustrándose así el robo.

Tras diferentes investigaciones llevadas a cabo por los agentes y contando con la colaboración ciudadana, se ha conseguido identificar a los menores, los cuales fueron a prestar declaración a las dependencias de la Guardia Civil en Cala junto con sus tutores legales, poniéndose los hechos en conocimiento de la Fiscalía de Menores.

Según la Guardia Civil, los daños ocasionados habían despertado una "gran alarma social entre los habitantes de la localidad", al ser una población pequeña, donde no suelen producirse este tipo de delitos.