La mitad de los efectivos (14 bomberos y dos guardias forestales) que trabajaban en la zona se retiraron a las 19 horas; la otra mitad lo hizo sobre las 19.45, después de realizar labores de remate en todo el perímetro con herramientas manuales y mochilas de agua.

Los equipos de extinción de incendios estabilizaron este miércoles por la mañana el fuego alrededor de las 11 horas, después de trabajar desde el martes con ayuda de equipos manuales, ya que la fuerte pendiente del terreno afectado no permitió el acceso de vehículos.

Desde primera hora de la mañana de este miércoles, los bomberos contaron con el apoyo de dos helicópteros del Gobierno de Navarra. Uno de ellos regresó a la base a las 13 horas, y el segundo abandonó la zona sobre las 16.

El incendio ha afectado a pastos y brezos, así como a algunos pinos dispersos, sin que haya habido peligro de que alcanzara masas arboladas. Al ser en su mayoría una vegetación tupida y prensada, el avance de las llamas a lo largo de la mañana de este miércoles fue muy lento, unos 10 o 15 metros a la hora. Cabe recordar que en el incendio declarado el pasado verano al norte de Tafalla las llamas llegaron a avanzar unos 2 kilómetros a la hora.

El incendio se declaró este martes alrededor de las 14.30 horas en la vertiente francesa por una quema descontrolada de pastos. Participaron en las tareas de extinción bomberos de los parques Central, Navascués y Sangüesa, bomberos voluntarios de Isaba y personal contratado del parque de comarcal de Oronoz para la campaña invernal, así como guardas forestales.

Según las primeras estimaciones de los bomberos, la extensión de la zona afectada es de unas 25 hectáreas, a falta de realizar una valoración definitiva con ayuda de agentes del guarderío forestal.